domingo, 31 de diciembre de 2023

El muerto que habló y su tesoro

                            El muerto que habló y su tesoro 

 

La tapa de “El Tiempo” del día jueves 17 de agosto de 1978 provocó un sinfín de comentarios gracias a una nota redactada por Juan Miguel Oyhanarte (según se desprende de un recorte por el firmado). El protagonista de la historia fue el fallecido martillero Vicente Fittipaldi:

“Ocurrió ayer en Azul: un mensaje grabado, del difunto, fue escuchado en el velorio.- Una vida con muchos pasajes si se quiere novelescos fue, sin duda, la del vecino Sr. Vicente Fittipaldi, cuyo sepelio se efectuó ayer en el cementerio local.

Nacido el año 1896 en Episcopia, provincia italiana de Potenza, sus padres eran José y María Grazia. Apenas once años tenía cuando emigró a la Argentina y desde muy joven trabajó en tareas rurales, aprendiendo luego varios oficios. Estudió en forma independiente y con posterioridad siguió un curso de Teología por correspondencia y luego ingresó en un seminario americano (Iglesia Evangélica Luterana Unida), donde se diplomó en esa materia. Actuó en esa sociedad como maestro de Teología. Tiempo después se graduó de contador y procurador, profesión ésta última que ejerció durante varias décadas. También era martillero. Su presencia en las dependencias, especialmente en el Juzgado de Paz, fue característica por espacio de mucho tiempo, no sólo por su manera de vestir (siempre con ropa oscura) sino por la singularidad de los pleitos que tomaba a su cargo, generalmente de escasa monta pero siempre complicados. Y algunos con derivaciones pintorescas…

Cuando la Iglesia Evangélica Luterana Unida se instaló en Azul a fines de la década de 1940, Fittipaldi integraba el grupo inicial junto con su esposa Laura Toribia Álvarez, fallecida hace algunos años. Todo lo suyo era original. Originalísimo: su vestimenta, su manera de andar en bicicleta, su automóvil, su vivienda, sus pleitos, etc. También actuó en la política, militando en el Partido Laborista. Dado su parecido físico con el Dr. Arturo Frondizi, en una de las visitas del ex presidente de la Nación hiciera a Azul (el 26 de abril de 1963) le fue presentado. Se saludaron cordialmente mostrándose el Dr. Frondizi sorprendido por la semejanza. ‘Bueno, mi amigo –le dijo- usted va a venir conmigo… para recibir los palos destinados a mi…’.

Si algo faltaba para rubricar la trayectoria de Vicente Fittipaldi, ello ocurrió ayer, 16 de agosto de 1978: se estaba efectuando su velatorio en la sala de la empresa Lionetto, cuando inesperadamente apareció el joven Luis Omar Rojas, inquilino del difunto y que alguna vez requirió la atención del periodismo por su decisión de donarle sus ojos a una mujer ciega. ‘Señores –dijo Rojas- donde hay un enchufe? Ustedes perdonarán pero debo cumplir un mandato del finado. En el grabador que aquí traigo hay palabras que don Vicente Fittipaldi grabó para éste momento y me comprometió a mí para que las hiciera escuchar…’ Alguno de los presentes ensayó un argumento para oponerse a la insólita actitud. Pero fue inútil: Rojas traía una consigna y la cumplió. Enchufó el grabador y la concurrencia no tuvo otra alternativa que escuchar la voz del muerto. Algo que no tiene desperdicio. Comienza diciendo (con adecuada música de fondo): ‘Estimados concurrentes: les doy la bienvenida y gracias por vuestra asistencia. Quedo totalmente complacido y en mi estado dolorido por haberme quedado dormido y no poder responder a vuestro llamado, porque la muerte, como se le ha llamado, se ha apoderado de mi físico. No obstante, si creemos en la metafísica, seguro que estoy aquí y aunque mis cinco sentidos están adormecidos, me valgo de este aparatito y burlando mis sentidos dormidos les hago oír por un ratito todavía mi voz, refiriendo a mi historia, la que me condujo a mi gloria y que desde esta gloria yo les digo, amando y queriendo y agradeciendo vuestra concurrencia’.

Y sigue diciendo: ‘En mi vida he tenido mucha paciencia. Fue la que me abrió la puerta de mi ciencia, la que me destacó y la misma a tal punto llegó que, como lo estáis viendo ningún muerto habló después que se encajonó’.

Luego hace su propia semblanza, señalando que hasta los veinte años era analfabeto, trabajando de día, y estudiando de noche para aprender, logrando seis títulos profesionales: tenedor de libros, procurador, martillero público nacional, constructor de obras, corredor y maestro de Teología, todo lo cual quedó en el pasado ‘y completamente pisado’. Y añade: ‘De treinta y tres años era, sin haber tenido una novia, porque mi madre que está en la gloria, a los doce años me lo había advertido y en 1916, convertido, la Biblia me lo confirmó: que la mujer que al hombre formó y a la luz lo dio, es la misma mujer que al sacarle los hijos al hombre se lo tragó. Por eso me conformé con el único placer que da el trabajo y la abnegación y haciéndolo de corazón se engrandece el hombre a tal punto que al llegar a la cumbre lo sigue la muchedumbre. Ya veis que no existen la mala y buena suerte, ni las escuelas ni el analfabetismo. Es cuestión de aprender el catecismo y cumplir con las leyes de Dios que es todopoderoso y hace cualquier cosa en nuestra vida. Mi primera y única novia fue mi amada Laura, que a los 33 años me la propuso el directorio del colegio y fue tan grande mi privilegio que hasta la novia me la eligieron. Y después de contraer nuestro enlace nos mandaron de pastores. Cuarenta y siete años transcurrieron y el 14 de mayo de 1975 me dejó. En su gloria ella entró y a los tres días me habló diciéndome que feliz se hallaba y que ahora de allí todo lo vería, inclusive mis fallas y las suyas. Y me dijo: perdóname que en muchas cosas no te comprendía, pero en un próximo día, en nuestra nueva unión, en plena luz y de todo corazón nuestro amor no tendrá fin’.

Enseguida exalta la mutua felicidad que existió en su matrimonio y prosigue: ‘Mi nombre es, como lo saben, don Vicente. A ninguna chica le hice coquetería ni engañé con palabras falsas y falsas promesas, ni las entretuve en vagas pasiones’.

Para finalizar: ‘Con amor mujeres, hombres, sociedad y hasta la nación, os digo que os amo con todo mi corazón y, como último renglón, les pido perdón por cualquiera de mis fallas y el que merece aplausos y una medalla es el amigo Rojitas, que me prestó su aparatito y gracias a esto habéis podido oír mi voz después de muerto. Hasta pronto. Yo estoy presente con vosotros y me veréis muchas veces en vuestros sueños nocturnos. Gracias. Adiós!...”.

La noticia también fue reproducida por diarios de la región, entre ellos “Tribuna” (“Más que insólito… En Azul ayer: un velorio donde se pudo oír una grabación del finado”) y “El Popular” (“Caso insólito de ‘humor negro’ en Azul. Durante el velorio, se hizo escuchar una grabación con la voz del muerto”). Sin embargo, el particular martillero seguiría siendo noticia, aunque ya no por “hablar” en su propio velorio, sino por su “tesoro”. Una vez más, en su sección “Baldosas flojas”, Juan Miguel Oyhanarte narró una búsqueda singular:

“Tesoro.- Seguramente recordarán la mayoría de los lectores que el 16 de agosto último falleció en nuestra ciudad el vecino Vicente Fittipaldi, el hombre cuya vida tuvo pasajes novelescos y que grabó en cinta magnetofónica su despedida, siendo escuchado el postrer mensaje en su propio velatorio. La misión de hacer funcionar el grabador estuvo a cargo del joven Luis Omar Rojas, quien además, muy pocos días antes de fallecer Fittipaldi, lo sometió a un reportaje grabando también en el lecho del enfermo. En un pasaje del mismo, Rojas le pregunta a su reporteado qué le diría a la muerte en estos momentos cruciales y Fittipaldi le dedica a la ‘huesuda’ una sarcástica carcajada…

A cinco meses del deceso de Fittipaldi, se vuelve a hablar del pintoresco personaje, pleitista consuetudinario, que conocía y ponía en práctica todas las triquiñuelas imaginables.

Ahora se habla de la fortuna de Fittipaldi. De los bienes que dejó y de los beneficiarios de su testamento si es que existe. Asimismo, se menciona algo que parece extraído de uno de los viejos cuentos para niños: un cofre conteniendo mil monedas de oro distribuidas en diez pequeñas bolsitas con cien unidades cada una, que Fittipaldi guardó vaya a saberse dónde. Mil monedas de oro para cuya venta o reparto el difunto habría dejado precisas instrucciones. Pero quién recibió esas instrucciones?...

            ¿Es que Fittipaldi realmente dejó bienes de alguna importancia?... Llama la atención que al grabar su mensaje de despedida no se haya acordado al menos de las monedas de oro…

            Seguimos atentos los comentarios –que seguramente de aquí en más han de cobrar creciente intensidad- a la espera de datos concretos que nos permitan informar si la fortuna de Fittipaldi (pequeña o grande) es real, o si todo es puro cuento…” (“El Tiempo” del 3 de enero de 1979).

            Como corolario, un nuevo artículo “tiempista” del 9 de enero de 1979, marcó con final abierto el cierre de la historia:

El ‘tesoro’ de Vicente Fittipaldi.- El miércoles último en la sección ‘Baldosas Flojas’ nos hicimos eco de comentarios que se han echado a correr en nuestra ciudad respecto a los bienes dejados por el conocido vecino Vicente Fittipaldi, fallecido el 16 de agosto del año próximo pasado.

Tales comentarios incluyen la afirmación de que existe un ‘tesoro’ que Fittipaldi acumuló pacientemente, constituido por mil monedas de oro, fortuna que, a los fines de su oportuna distribución, habría guardado en diez pequeñas bolsas con cien monedas cada una, colocando todo dentro de un cofre. También está en el aire la pregunta sobre la suerte corrida por el testamento de Fittipaldi.

Se sabe, si, concretamente, que en vida llegó a poseer varias propiedades –todas ellas de relativo valor- pero se ignora si conservó tales bienes hasta sus últimos días. Quizás familiares del difunto estén en condiciones de dar referencias que aclaren la situación.

El joven Luis Omar Rojas, que ocupa una modesta vivienda propiedad de Fittipaldi, contigua a la que habitaba el extinto, nos ha expresado su seguridad de que el difunto lo incluyó en su testamento, sin duda en mérito a la amistad y colaboración que en repetidas circunstancias le brindara.

            En su condición de beneficiario, entonces, entregó a EL TIEMPO, el siguiente texto: ‘Porque la opinión pública debe saberlo, se solicita: 1°) Que se hagan públicos los dos testamentos y al identidad del profesional que actuó y de dos testigos. 2°) Que se informe sobre las propiedades que poseía al momento de morir. 3°) Que se presenten al diario EL TIEMPO las personas a quienes don Vicente Fittipaldi les prometió monedas de oro y digan si tenían conocimiento de la existencia de dichas monedas. 4°) Que se dé a conocer el detalle de las propiedades vendidas, quiénes fueron sus adquirentes y cuánto pagaron, como así también la suma que se pagó en concepto de impuestos y cuánto dinero quedó’.”.





Este artículo es un ADELANTO EXCLUSIVO de mi próximo libro
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domingo, 19 de noviembre de 2023

Las huellas de Gabino Ezeiza en el Azul

                Las huellas de Gabino Ezeiza en el Azul

  

Por Eduardo Agüero Mielhuerry

 

Gabino Jacinto Ezeiza nació en el barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires, el 19 de febrero de 1858. Sus padres fueron Joaquín Ezeiza y Joaquina García. Fue bautizado el 6 de abril del mismo año en la Parroquia de la Concepción.

Cuando Gabino era muy pequeño, falleció su madre. Su padre, que había servido como esclavo a la familia Ezeiza (de ahí su apellido), falleció participando en la Guerra del Paraguay, en Tuyutí, el 18 de mayo de 1867.

Cuando contaba con unos 15 años de edad, Francisco “Pancho” Luna, un viejo pardo dueño de una pulpería en San Telmo, lo inició en el mundo de las payadas comprándole justamente una guitarra española que lo acompañaría por muchos años.

Un tiempo después, el 1 de enero de 1876, vio la luz el semanario La Juventud para el cual Gabino colaboró con algunos versos, iniciando así la publicación de su producción literaria. En lo sucesivo, bajo el pseudónimo “Liberato”, comenzó a publicar un cuento por entregas titulado “El Ramo de Flores. Leyendas de Costumbres”.

Participó de la Revolución del ’80, contienda que acabó con la Ley de Federalización de la ciudad de Buenos Aires; el joven musiquero recitaba entre las tropas estrofas al ritmo de la guitarra buscando animarlas.

Habitualmente, ganaba su sustento como jornalero, pero pronto hallaría mejores recompensas en las fiestas y tertulias en las que participaba asiduamente haciendo gala de sus virtudes musicales.

En 1882, Gabino comenzó a ser acompañado por Nemesio Trejo -empleado de Tribunales y cantor oficial del caudillo boquense José “Pepe” Fernández-, obteniendo sus primeros grandes triunfos en Buenos Aires. Dos años más tarde, alcanzaría su consagración imponiéndose como ícono de los payadores del Río de la Plata.


En compañía de José María Silva, joven payador discípulo suyo y los guitarristas Gómez y Rodríguez, Gabino arribó al puerto de Montevideo en la segunda quincena de julio del ’84. Su objetivo era enfrentar a Juan de Nava, cantor oficial y protegido del dictador Máximo Santos. El 23 hubo una tenida entre el argentino y el uruguayo en el Teatro Artigas, la cual resultó victoriosa para el “Negro” Ezeiza quien ya “pisaba fuerte” incluso fuera de su Patria.


El 25 por la mañana, respondiendo a una invitación del presidente Santos, Gabino se presentó en el cuartel de la escolta presidencial. Hechas las presentaciones, pulsó la guitarra y saludó en florida improvisación al jefe de estado y a las otras autoridades presentes, recibiendo elogios y felicitaciones.


Ese mismo año, en Buenos Aires, payó dos veces con Nemesio Trejo. Una de las payadas fue organizada a beneficio de las víctimas de una gran inundación ocurrida por esos días, debido al desborde del Riachuelo.

Gabino no se daba pausa en su trajinar por los pueblos. Empezaba a convertirse en aquel payador errante que solo y/o con un circo –propio o ajeno- recorrió prácticamente toda la República.

En los primeros meses de 1885 inició una gira junto a José María Silva, realizando exitosas actuaciones en Mercedes, Villa de Dolores, Paysandú, Salto y Montevideo.

 

 

Primera vez en el Azul

 

 

            Gabino “El Negro” Ezeiza visitó nuestra ciudad por primera vez en mayo de 1886. El periódico “La Enseña Liberal” del martes 18 informaba:

 

Gabino Ezeiza: Es un nombre demasiado conocido en las repúblicas argentina y uruguaya, como en el imperio del Brasil.

Es un morenito humilde, pero dotado de una inteligencia natural sobresaliente; algo cultivada también con la lectura de los autores que más justa fama gozaron en el mundo.

Tendrá ahora veinticinco años, y payador inspirado y de un sentimentalismo que penetra y conmueve hasta las fibras más secretas del alma, ha logrado sin grande esfuerzo conquistarse una fama tan completa como bien merecida.

En Buenos Aires, en Montevideo, en Río de Janeiro, donde quiera que el payador argentino tuvo oportunidad de lucir su prodigioso talento y su fecunda inspiración ante un auditorio numeroso e inteligente, ha merecido los más francos y entusiastas aplausos, manifestados también en brillantes artículos de los hombres de las letras más eminentes, que la prensa argentina ha reproducido con la satisfacción del orgullo nacional satisfecho.

Son conocidas, de nombre al menos, sus famosas payadas con Navas en Montevideo, y con Trejo en Buenos Aires; y sabido es que hasta la fecha el simpático payador no ha encontrado quien pudiera vencerle.

El Comandante Leyría lo ha traído al Azul, y hoy todos se disputan un puesto para escucharle bien, donde quiera que cante.

            El domingo, tuvimos oportunidad de apreciar su facilidad para improvisar, al oírle cantar narrando todo lo acaecido en el mismo Teatro y diez minutos después de concluido el objeto de la convocatoria.

Anteanoche en el Tiro, y anoche en el Club, ha llamado asimismo la atención de cuantos lo escucharon.

Esta noche, según se nos dice, volverá a cantar en el Club, y las familias serán invitadas a oírle.

Merece el simpático payador, que la sociedad galante del Azul acuda en gran número a admirar su talento y su inspiración.

Saludamos a Gabino Ezeiza, deseándole grata permanencia en el Azul”.

 

            Aunque la nota en algunos datos es errónea (como la edad de Ezeiza) y en otros momentos no es precisa (como en los sitios de la ciudad en los que actuó), podemos agregar que el Teatro al que se hace referencia es el “Unión”, ubicado en la entonces avenida Comercio (actual Av. Bartolomé Mitre) entre Cnel. Burgos y Buenos Aires (luego Gral. Uriburu, actual Intendente Prof. Rubén C. De Paula), que supo ser del ladrillero Andrés Otegui y que en 1893 desapareció consumido por un voraz incendio.

Por otra parte, el Club no es otro que al que conociéramos como “Club Social” aunque por entonces era conocido como “Club Unión” –sin vínculo con el teatro homónimo-, fundado en 1881, en los altos de la calle Alsina (hoy H. Yrigoyen) entre Burgos y Buenos Aires (actual De Paula). También podemos presumir que cuando se refiere a “Tiro” se habla del  Club Recreativo Suizo” -dedicado tanto a actividades deportivas como de defensa con armas de fuego-, ubicado en la esquina Este de las calles San Martín y Bahía Blanca (actual Intendente Manuel Castellár).

            En el mismo medio periodístico, en la edición del viernes 21 de mayo de 1886, se anunciaba una promesa que no se cumpliría, pues pasarían diez años hasta que “El Negro” volviera a Azul:

 

            “GABINO EZEIZA: Ayer a las 11 regresó a Buenos Aires el payador argentino Gabino Ezeiza, que ha pasado breves días entre nosotros.

Según ha prometido, volverá al Azul en junio próximo, acompañado de su competidor Trejo, y ofrecerá al público algunas payadas en el Teatro Unión”.

 

 Radical desde la primera hora…

 

Siendo muy joven, Gabino había comenzado a seguir los ideales enarbolados por Leandro N. Alem y una vez que la Unión Cívica Radical tomó cuerpo, adhirió a sus filas incondicionalmente a punto tal que sería encarcelado y hasta le incendiarían su circo. Ezeiza participó activamente de la “Revolución del Parque”. Solía hacer presentaciones en los comités y actos radicales improvisando y cantando temas sobre el flamante partido.

En 1891 trabajó en la compañía Podestá-Scotti, en la capital de la República Oriental del Uruguay. Su debut se produjo el 14 de abril en el picadero del “Politeama”, provocando el asombro y la admiración del público. Luego de permanecer unos días más en Montevideo, regresó a Buenos Aires donde actuó en el Jardín Florida el jueves 30 de abril, con la representación de “Juan Moreira”.

Aquel mismo año desafió a Pablo J. Vázquez. Dos payadas se concretaron en el teatro “Politeama” las cuales resultaron, contra cualquier pronóstico, en derrotas para Gabino.

En 1893 Gabino se independizó de Podestá-Scotti e instaló su propio picadero “Circo Gabino Ezeiza”. Meses después, la revolución radical en Santa Fe, acaecida el 30 de julio con epicentro en Azul de la mano de Hipólito Yrigoyen y coordinada en todo el país, estaba en plena efervescencia. Ezeiza, que había llegado poco antes, con varios miembros de su compañía improvisó un cantón, volcando un tranvía a caballo. A medida que las fuerzas gubernamentales ganaban posiciones, la lucha se hizo más cruenta, viéndose obligados los revolucionarios a buscar posiciones de resguardo. Gabino, quien se hallaba luchando al lado de un “batallón suizo”, buscó junto a éstos refugio en la estación del ex Ferrocarril Provincial, salvando la vida en forma providencial. Cuando la intentona revolucionaria fue derrotada, Gabino fue detenido en Rosario el 18 de noviembre, después de casi dos meses de estar fugitivo. El doctor David Peña, director del diario oficialista “Nueva Época”, comentaba, días más tarde de ocurridos estos sucesos, en un artículo que tituló: “Un payador metido a revolucionario”: Gabino Ezeiza había trocado su guitarra por el fusil radical. Ya no es un misterio que entre los cachivaches de su circo vinieron armas para los revolucionarios de Santa Fe y que los anuncios de su llegada y estreno fueron una contraseña revolucionaria”.

Hacia 1894, Gabino conoció a Petrona Peñaloza, una jovencita de quince años quien más tarde se convertiría en su esposa y con la que tendría diez hijos. En octubre de aquél año, en el teatro Florida de Pergamino, se enfrentó en una gran payada con Pablo J. Vázquez, convirtiéndose en todo un suceso que lo tuvo como ganador.

En julio de 1895 Ezeiza inició una gira por el litoral uruguayo en compañía del payador oriental José M. Madariaga y el prestidigitador español Alberto M. Acuña, anunciando su debut en el Teatro Progreso de Paysandú, para el sábado 27 de julio. Luego actuó en Concordia, continuando por Salto

Después de tres largos años de ausencia de Buenos Aires, el año 1896 marcó el regreso definitivo de Gabino “El Negro” Ezeiza a su ciudad natal, donde volvió a brilló como siempre, provocando el gran beneplácito de sus espectadores.

 


En la Filantrópica Italiana del Azul

 

Diez años después de su formidable actuación, Gabino retornó a los pagos azuleños, encontrándose con una ciudad en plena transformación. De hecho, faltaban pocos días para que se inaugurará el Teatro Español (16 de enero de 1897), escenario que lo vería brillar en el siglo XX.

            Gabino actuó en el bello salón de la sede de la Filantrópica Italiana, en la calle Burgos entre Belgrano y Av. Comercio (actual Av. Mitre). El periódico “El Pueblo”, en su edición del 10 de diciembre de 1896, anunciaba:

“Sociedad Filantrópica Italiana. Gran velada Criolla el domingo 20 del corriente. Única función. Gabino Ezeiza, payador argentino, por segunda vez en Azul, tiene el alto honor de saludar a tan culta sociedad, dando una conferencia exclusivamente criolla, Verbenas Chilenas, Canciones y Saludos. Prestimanía por la señora O.F. de Ezeiza, ilusionista discípula de Cannonte. Terminará la función con una serie de improvisaciones sobre el tema que el público pida. El salón será arreglado convenientemente para familias, garantizando desde ahora el orden de la función. –N.B. El payador que guste puede tomar parte de la velada, siempre que tenga la cultura y atenciones que merece la sociedad azuleña.”.

         El martes 5 de enero de 1897 se despidió del público azuleño con una velada en el mismo escenario, lo que nos hace suponer que “El Negro” recibió el Año Nuevo en nuestra ciudad habiéndose hospedado tal vez en la casa de algún correligionario –como el Dr. Martín Torino, que fuera médico personal del recientemente suicidado Leandro N. Alem, y que desde la muerte de este pasaría más tiempo en los pagos azuleños con su esposa y familia-, o habiendo viajado a alguna localidad cercana para actuar sin que quedaran registros para la posteridad.

            Ya lejos de los pagos azuleños, el sábado 15 de mayo de 1897, se concertó en Lomas de Zamora una payada de contrapunto entre Ezeiza y su rival dilecto, Pablo J. Vázquez, que se hallaba muy enfermo. Luego de esta tenida, Vázquez no regresó más a los escenarios. Enterado Gabino de la gravedad del estado de su colega y su difícil situación económica le hizo llegar una carta en la que decía: “Gabino ofrece, dejando a un lado antiguos resentimientos, un beneficio a favor del enfermo, con elementos propios, en este pueblo o en Tandil, donde actualmente se halla”. Vázquez, quien rechazó el ofrecimiento, falleció el 26 de junio, cuando contaba treinta y tres años de edad.

En 1898 tuvo una payada memorable en Rauch, con Maximiliano Santillán como contrapunto, a quien le ganó ajustadamente. En 1902 sostuvo otra payada trascendente en San Antonio de Areco, teniendo como contrincante a Luis García, a quien no pudo vencer. Para cerrar el año, el 26 de diciembre, dos de los payadores más reconocidos de la época, Gabino “El Negro” Ezeiza y José Luis Betinotti, ambos de abstracción radical y famosos por sus payadas y contrapuntos en los comités y mítines, se enfrentaron en un duelo memorable. La contienda de versos en la cual abundaron las menciones a Hipólito Yrigoyen, Leandro N. Alem y el Partido tuvo lugar en un circo que funcionaba entre las calles Venezuela y Maza del barrio porteño de Boedo. Ganó el maestro y mentor de Betinotti, el prácticamente indoblegable Ezeiza.


El siglo XX en Azul

           

            De acuerdo a los datos publicados por Víctor Di Santo en su libro “Gabino Ezeiza. Precursor del arte payadoril rioplatense”, “El Negro” Ezeiza volvió a pisar suelo azuleño en el año 1905:

 “En los primeros días de agosto procedente de Las Flores, llegó a la ciudad de Azul, encabezando una “Compañía de Variedades” que integraban las siguientes artistas: la cantante criolla Lina Selmi, el concertista de guitarra Santiago Cardoso, el profesor de palos y box Carlos Percival y los bailarines de ‘Cake-Walk’, Miss Royal y Mr. John Balton. Con este elenco ofreció dos funciones en el teatro Español, el sábado 5 y el domingo 6 de agosto, ofreciendo Gabino como era costumbre, sus cantos e improvisaciones, con los que finalizaba el espectáculo.”.

             Este párrafo se corrobora con dos artículos aparecidos en el periódico “El Pueblo”. El más escueto es del día 4 de agosto y brevemente informa:

             “Teatro Español- GABINO EZEIZA- Mañana y pasado dará dos espléndidas funciones criollas el payador Ezeiza y sus compañeros.

             Al mismo tiempo, lo expresado por Di Santo corrige algunos nombres de la Compañía que acompañaba a Ezeiza, cuya primera actuación en el flamante Teatro Español quedó plasmada en una nota de “El Pueblo” del 9 de agosto de 1905:

             En el Español - Despedida del payador Ezeiza - La función del Domingo-. A las dos funciones que dio la ‘troupe’ que acompaña al payador Ezeiza, acudió buen número de personas.

Los números del programa desde las ejecuciones de varias piezas en la guitarra por el joven Cardoso, el cake-walt bailado por Mr. Belten con su consorte (ambos negros norte-americanos), los cantos criollos e italianos de la señorita Ida Celmi –una muchacha de espléndida voz y que haría buena carrera, si siguiera estudios serios en el canto-, hasta las improvisaciones y coplas de Gabino -el cantor de toda una época que comienza a sepultarse bajo los nuevos horizontes del progreso–, gustaron de sobremanera, arrancando más de un aplauso caluroso.

Gabino Ezeiza, a pesar de los años, conserva la frescura de la voz y la espontaneidad en la improvisación. Su vena poética, en otro tiempo fecunda, está resentida un tanto, pero de vez en cuando vibran en ella acentos inspirados.

La noche del domingo estuvo muy feliz en unas décimas en que describe a grandes rasgos los adelantos de la humanidad hasta el presente, en las cuales entrevimos la intuición clara del payador, que supliendo la falta de principios y conocimiento sólidos, le guía a través de la maraña de frases que brotan de sus labios, a manera de potente faro, sin hacerle perder el rumbo.

En una milonga que cantó con aires de vals, su estilo predilecto, es donde el oyente experimenta más gratas sensaciones: la voz se eleva y desciende a cada instante, rompiendo un tanto la monotonía característica del canto criollo, la imaginación, como potro desbocado, se lanza por las pampas, cantando las proezas del gaucho, sus cuitas, sus hazañas, manteniendo una tensión continua en el auditorio, susceptible de prolongarse durante largo rato.

La señorita Lina Celmi, es una muchacha que promete. Resultó ser una soprano de primera fuerza, revelando sobresalientes condiciones para el canto. Los aires criollos, letra del señor Baygorria y música del maestro Juan Ferrara, merecieron calurosos aplausos.

El cake-walt gustó bastante. Para concluir nos resta desear a Ezeiza y su ‘troupe’ el mayor suceso en otras localidades.”.

 

            Mas como cuenta el mismo autor Di Santo, no pasaría mucho tiempo para que Ezeiza retornara al Azul, que por entonces estaba convulsionada políticamente. El payador Cayetano Daglio (“Pachequito”), quien se hallaba en la ciudad, programó una velada para el martes 31 de julio de 1906, en el bar “El Americano”, ubicado en Avenida 25 de Mayo y Alsina (actual H. Yrigoyen), con la participación de Gabino Ezeiza. El periódico “El Imparcial” de aquel día comentaba:

 

            “Tendrá a su cargo algunos números del programa, el payador Gabino Ezeiza quien vendrá hoy con tal motivo de Buenos Aires. Advertimos que ambos payadores no cantarán de contrapunto. Ezeiza improvisará pidiendo temas al público y ‘Pachequito’ hará oír sus canciones, algunas de las cuales son verdaderamente notables.”.

 

 

Última payada en Azul

 

             Con una elogiosa y conceptuosa nota, el periódico “El Orden” del viernes 8 de agosto de 1913, anunciaba la actuación de Ezeiza al día siguiente nuevamente en el Teatro Español:

 

            “Gabino: basta ese nombre. El sólo encierra una tradición. Es el hechizo de recuerdos gratos, de días de alegría que rememoran aquellos tiempos pasados, tiempos que ¡ay! No volverán y que solo perduran en el corazón de los que nacieron criollos y se sienten argentinos, veneradores de las tradiciones nacionales en el rodeo de la sinceridad, en fin las virtudes reflejadas en el alma transparente de esas generaciones pasadas. Todavía hay en la Argentina quien practique esas virtudes, quien recuerde ese tiempo, quien glose con armoniosa voz al compás de las temblorosas cuerdas del dulce instrumento, nuestras glorias, nuestras costumbres, nuestro pasado, ese es Gabino. Gabino es el que en el barrio del Alto, allá por el 83, fue el ídolo de la sociedad más distinguida de la Parroquia de San Telmo, en esas reuniones cuasi familiares que se practicaban en la trastienda de algún almacén, en la que eran contertulios el diputado, el magistrado y el hombre de negocios. Allí actuó Gabino. Allí improvisó sus primeras estrofas, las que más tarde debían consagrarlo payador, titulo sin pergaminos, pero que encierra un valor inapreciable para el que siente correr por sus venas sangre argentina. Dejemos esos recuerdos que solo sirven para reverdecer nuestra existencia marchitada por el transcurso de los años y que seguro producirán en Gabino nostalgias, como aquellas expresadas en el clásico: -Cante Gabino me dice/yo canto cuanto me piden/pero señores no olviden/ que yo tengo corazón-; y como eso tanto, los cuales tendremos el gusto de oírlo el sábado por la noche, en la sala del Teatro Español, en el que, el popular payador argentino dará una velada”.

         El día sábado, el mismo medio publicó el orden del programa a desarrollar por “El Negro” Ezeiza:

             “1° Parte: Señor Luna (estilo), Siento como perdura, A Pablo J. Vázquez, Los recuerdos de un Pueblo (vals), El Murucuyá (estilo), Mi Chinita (canción), Estoy pensando (vals), La carta de un Diputado (milonga).

            2° Parte: Gabino Ezeiza (saludos nacionales y extranjeros), La Endecha (canción), La Vida Íntima (milonga), A Pablo J. Vázquez (vals), En una Tosca (cadencias), El Silencio de las Tumbas (nocturno).

         3° Parte: Grajeras (canción), La caridad (milonga), Saludo a Paysandú (Himno), Patria (narrativas), El Compadrito de Buenos Aires, e improvisaciones.”.

 

            Es interesante destacar que dentro de los temas a ejecutar por Ezeiza se encuentran dos homenajes a Pablo J. Vázquez, su grandioso rival fallecido varios años antes. Aquella fue su despedida definitiva de los escenarios azuleños…

 

 Payando hasta el final

 

En 1912 Gabino había intervenido con éxito en un torneo internacional de payadores efectuado en un teatro de Buenos Aires en el que los cuatro primeros premios fueron adjudicados a Ezeiza, Curlando, Vieytes y Caggiano. Gabino también realizó, entre otras, una payada memorable junto a Martín Castro. Dentro de los límites de la Capital Federal solía concurrir al café Oviedo, de avenida Chicago (actual avenida de Los Corrales) y San Fernando (actual Lisandro de la Torre) frente al Mercado de Hacienda de Liniers.

El 7 de febrero de 1914 actuó en el escenario del Teatro Roma, de la ciudad de Avellaneda, donde se presentó en una función a beneficio del actor aficionado Santos Mezzano. Para ese entonces Gabino estaba dedicado de cuerpo y alma a hacer proselitismo a favor de la U.C.R. y para ello no mezquinaba esfuerzos ni sacrificios.

Gabino Jacinto Ezeiza falleció en la tarde del 12 de octubre de 1916, en su domicilio de la calle Azul Nº 92, del barrio de Flores en Buenos Aires… Esa misma tarde asumía la presidencia de la Nación su amigo personal, el doctor Hipólito Yrigoyen.

 

 

 

 


Gabino Jacinto "El Negro" Ezeiza












 

 

Este trabajo cuenta con el libro “Gabino Ezeiza. Precursor del arte payadoril rioplatense” de Víctor Di Santo como hilo conductor. Y suma además la enorme colaboración de Miriam Conte y Claudia Uberuaga recolectando en la Hemeroteca “Juan Miguel Oyhanarte” los periódicos y diarios mencionados en el artículo.

martes, 24 de octubre de 2023

Los "Árboles protegidos del Azul" (Parte II)

                            Los "Árboles protegidos del Azul"

                                                    Parte II

 

 

Por Ingeniero Agrónomo Eduardo L. Farina

 

 

En la Primera Parte se consideraron los árboles protegidos según el siguiente detalle:


- 1941 - Árbol de Azul (Retoño del Pino de San Lorenzo ubicado en la Plaza Blas Dhers (“La Loma” del Parque Domingo F. Sarmiento).

- 1988 / 1996 - Patrimonio Urbanístico de la ciudad de Azul (Arboleda de Tilo de las Avenidas 25 de Mayo y Humberto I, actual Presidente Perón). Ordenanza N° 646/88 y N° 1498/1996.

- 2014 - Patrimonio Urbanístico de la ciudad de Azul (Arboleda de Naranjo Amargo de las calles Necochea de Belgrano a Sarmiento, Colón desde San Martín a Guaminí, Belgrano, Yrigoyen y San Martín, éstas tres últimas en el sector de Av. Cáneva a Catriel). Ordenanza N° 3.576.

- 2022 - Retoño de Árbol Histórico del Partido de Azul (Árbol de Guernica, plantado en el sector Tanque de Agua- Fuente de los Sueños del Parque Domingo F. Sarmiento. Ordenanza N° 4.749.


En la Segunda Parte se tratan los árboles protegidos en 2023: Jacarandá, Molle, Olivo, Ombú y una nueva Ordenanza sobre la protección de las Arboledas de Tilo.

 


 

1.      ORDENANZA N° 4.858/2023

 


ARTÍCULO 1.- DESÍGNASE como Árbol Notable de la ciudad de Azul al ejemplar de Jacaranda mimosifolia (Jacarandá) ubicado en el patio interno de la Municipalidad de Azul, dadas las características excepcionales del ejemplar.

ARTÍCULO 2.- COLÓQUESE en el pie del mismo cartelería que así lo identifique.

ARTÍCULO 3.-LAS intervenciones que se realicen sobre el mismo deberán contar con la autorización del Consejo del Arbolado dependiente del Concejo Deliberante, debiéndose acompañar la documentación gráfica, fotográfica o del medio que se considere necesario a fin de demostrar la necesidad de la misma.

ARTÍCULO 4.- COMUNÍCASE al Departamento Ejecutivo.



Jacarandá
Patio interno del Palacio Municipal de Azul

(fotos Luis Elizondo)



        La especie pertenece a la Familia Bignoniáceas, su nombre latino Jacaranda mimosifolia (Jacaranda, nombre de origen tupí que significa fragante; mimosifolia alude a la similitud de sus hojas con las de la mimosa).


Origen geográfico: Bolivia, Paraguay, Uruguay y noroeste de Argentina (selva pedemontana de las Yungas en las Provincias de Tucumán, Salta, Jujuy y Catamarca).


            Descripción:


    Árbol de follaje tardíamente caedizo (la caída de las hojas se produce en octubre).

    Hojas: opuestas, compuestas (bipinnadas).

    Flores: tubulosas, azules, dispuestas en panojas terminales.

    Fruto: cápsula leñosa, de color castaño a la madurez.

 

            Curiosidades:

 

  El jacarandá es el “Árbol distintivo de la ciudad de Buenos Aires”, por Ley Nº 5229, sancionada por la Legislatura porteña el 12 de diciembre de 2014.

    “Artículo 1°. Desígnase árbol distintivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la especie Jacaranda mimosifolia, más conocido como tarco”, nombre criollo con influencia quichua utilizado en el noroeste argentino.

    Al respecto, se argumentó que, a diferencia de muchas ciudades del mundo, Buenos Aires no tiene hasta el presente una especie distintiva que la identifique y de todas, la que se destaca es el jacarandá por su belleza en las diferentes floraciones que presenta durante el año, engalanando calles y espacios verdes con sus flores de color celeste azulado y lila.

    Se incorporó al paisaje porteño hacia fines del siglo XIX en calles y plazas, formando parte de alineaciones en las Avenidas San Juan, Callao, Belgrano, Plaza de Mayo, Plaza Italia, Plaza Seeber y El Rosedal entre otras. La legisladora autora de la iniciativa, señaló que “actualmente hay más de 11.000 ejemplares de los cuales 1.500 están en espacios verdes”.


            Observaciones:

 

Florece en primavera (noviembre, antes de la brotación de las hojas), también en diciembre y tiene una segunda floración en febrero, menos abundante y no tan vistosa por la presencia de las hojas. Mantiene los frutos todo el año, encontrándose al mismo tiempo los frutos verdes del año y los maduros de la temporada anterior.

 


 

2.      ORDENANZA N° 4.859/2023

 


ARTÍCULO 1. - DESÍGNASE como Árbol Notable de la ciudad de Azul al ejemplar de Schinus longifolia (Molle o Pimiento falso) ubicado en la plazoleta “Coronel Pedro Burgos”, dadas las características excepcionales del ejemplar.

ARTÍCULO 2. - COLÓQUESE en el pie del mismo cartelería que así lo identifique.

ARTÍCULO 3. - LAS intervenciones que se realicen sobre el mismo deberán contar con la autorización del Consejo del Arbolado dependiente del Concejo Deliberante, debiéndose acompañar la documentación gráfica, fotográfica o del medio que se considere necesario a fin de demostrar la necesidad de la misma.

ARTÍCULO 4. - COMUNÍCASE al Departamento Ejecutivo.


Molle (ejemplar masculino)
            Plazoleta "Coronel Pedro Burgos"
(fotos Eduardo L. Farina)

La especie pertenece a la Familia Anacardiáceas, su nombre latino Schinus longifolia (Schinus, nombre griego del lentisco, otro arbolito de la Familia; longifolia, del griego longi = largo y folius = hojas por sus hojas alargadas).

Origen geográfico: Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay y Argentina (Provincias de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Santa Fe y San Luis).

            Descripción:

Árbol o arbusto espinoso de follaje siempre verde.

Hojas: simples, espatuladas, enteras, cortamente pecioladas.

Flores: blanco - amarillentas, dispuestas en racimos axilares, masculinas y femeninas separadas en distinta planta.

Fruto: globoso, carnoso, de color rojizo (drupa).


            Curiosidades:

            Es parasitado por insectos, evidenciado por la presencia de agallas circulares en las hojas y ramas con excrecencias circulares con forma de mate. Los típicos matecitos son pequeñas protuberancias esféricas y el insecto que lo parasita es una polilla; la larva se alimenta de tejido vegetal y al completar su desarrollo realiza una abertura circular para salir al exterior.

 

            Observaciones:

Florece desde fines de octubre a noviembre, el ejemplar de referencia es masculino. En los femeninos los frutos maduran en otoño (marzo).

  

3.      ORDENANZA N° 4.860/2023

 


ARTÍCULO 1.- DESÍGNASE como Árbol Notable de la ciudad de Azul al ejemplar de Olea europea (Olivo) ubicado en el frente del Hospital Municipal “Dr. Angel Pintos” de Azul, dadas las características excepcionales del ejemplar.

ARTÍCULO 2.- COLÓQUESE en el pie del mismo cartelería que así lo identifique.

ARTÍCULO 3.-Las intervenciones que se realicen sobre el mismo deberán contar con la autorización del Consejo del Arbolado dependiente del Concejo Deliberante, debiéndose acompañar la documentación gráfica, fotográfica o del medio que se considere necesario a fin de demostrar la necesidad de la misma.

ARTÍCULO 4.- COMUNÍCASE al Departamento Ejecutivo.



Olivo 
Acceso Hospital "Dr. Ángel Pintos"
(fotos Graciela Bilello)



             La especie pertenece a la Familia Oleáceas, su nombre latino Olea europea (Olea, significa aceite, europea alude a su procedencia).


Origen geográfico: región del Mar Mediterráneo, el Medio Oriente es el origen del cultivo del olivo.


            Descripción:

 

    Árbol de copa redondeada y de follaje siempre-verde, tronco grueso, con frecuencia retorcido, corteza grisácea, ramitas jóvenes blanquecinas.

    Hojas: simples, opuestas, coriáceas, enteras, verde grisáceas en la cara superior, plateadas en la inferior, de corto pecíolo.

    Flores: pequeñas, hermafroditas, blanquecinas, olorosas, reunidas en racimos que nacen en la axila de las hojas.

    Fruto: aceituna u oliva, verde al principio y negro a la madurez.


                Curiosidades:


En Jerusalén en el Monte de los Olivos llamado así por las plantaciones de olivos que lo cubrían en la antigüedad, se encuentra El huerto de Getsemaní, jardín donde, según el Nuevo Testamento, Jesús oró la última noche antes de ser arrestado, el nombre Getsemaní significa prensa de aceite refiriéndose al aceite de oliva. Una investigación realizada sobre ocho árboles del milenario jardín, han revelado que el tronco de tres de los ocho olivos se remonta a mediados del siglo XII, por lo que las plantas tendrían una edad confirmada de alrededor de novecientos años, sin embargo la data indicada se refiere solamente la parte aérea, la misma investigación ha demostrado que el hipogeo, la parte subterránea (raíz), es ciertamente más antigua.

En Walajeh, pequeña aldea de Cisjordania situada al sur de Jerusalén, en el camino que conduce a Belén se destaca el Olivo Badawi (El Grande), árbol con una historia milenaria, considerado el más antiguo del mundo, comparable a 10 olivos juntos, tiene unos 12 metros de alto y con un diámetro de 25 metros, cubre un área de 250 metros cuadrados, en cuanto a la edad según el Ministerio de Agricultura Palestina tiene entre 3.500 y 4.000 años. Actualmente el ejemplar está en peligro, ya que el gobierno de Israel está construyendo El Muro alrededor de esta aldea, la cual una vez que termine el proyecto quedará completamente rodeada por este.

El olivo es el Árbol Nacional de Palestina, fuente clave de alimento para todo su pueblo, se dice que el primer olivo que se halló fue en Palestina. Las ramas de olivo aparecen en el emblema de Naciones Unidas, en el escudo y bandera de Chipre, en el escudo y bandera de Jerusalén y en el escudo de Israel.


Observaciones:

 

Florece en noviembre y los frutos maduran en otoño.

 



 

4.      ORDENANZA N° 4.886/2023

 


ARTÍCULO 1.- DESÍGNASE como Árbol Notable de la ciudad de Azul al ejemplar de Phytolacca dioica (Ombú) ubicado en la ribera del lago “Guemes” frente a calle Argentina de Azul, dadas las características excepcionales del ejemplar.

ARTÍCULO 2.- COLÓQUESE en el pie del mismo cartelería que así lo identifique.

ARTÍCULO 3.-LAS intervenciones que se realicen sobre el mismo deberán contar con la autorización del Consejo del Arbolado dependiente del Concejo Deliberante, debiéndose acompañar la documentación gráfica, fotográfica o del medio que se considere necesario a fin de demostrar la necesidad de la misma.

ARTÍCULO 4.- COMUNÍCASE al Departamento Ejecutivo.

 


Ombú (ejemplar femenino)
Lago Güemes
(fotos Eduardo L. Farina)



La especie pertenece a la Familia Fitolacáceas, su nombre latino Phytolacca dioica (Phytolacca, del griego Phyton = vegetal y lacca, aludiendo al color carmín del jugo del fruto de algunas especies; dioica alude a la separación de  las flores masculinas y femeninas en plantas diferentes).


Origen geográfico: sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina (desde Chaco oriental y parte de la selva misionera hasta los bosques de tala del nordeste de Buenos Aires).

 

Descripción:

Planta arborescente de follaje caedizo, en su ambiente original presenta troncos altos y estilizados pero los ejemplares cultivados en aislamiento, adquieren una copa amplia y el característico tronco muy engrosado en la base, formando una especie de pedestal junto con las prominentes raíces.

Hojas: simples, alternas, enteras, pecioladas.

Flores: blancas dispuestas en racimos péndulos, las masculinas y femeninas separadas en distinta planta.

Fruto: baya, dispuesta en racimos fructíferos péndulos, carnosos, verdosos, tornándose amarillentos a la madurez momento en que se desprenden tapizando el suelo. Semillas de color negro.


Curiosidades:                                                                                                                            

La especie ha generado controversias, se dice que es típica de la pampa y no lo es, se discute si es árbol o hierba, algunos la respetan por sus cualidades y otros la consideran sin utilidad.

Respecto del origen la confusión comienza con el final de los versos publicados en 1843 por Luis Domínguez “cada comarca en la tierra tiene un rasgo prominente; minas de plata, el Perú; Montevideo, su cerro; Buenos Aires, patria hermosa, tiene la Pampa grandiosa;  la Pampa tiene el ombú”. Cabe destacar que el autor no se refería a la Provincia de La Pampa sino a los ejemplares aislados que naturalmente se hayan internado en el pastizal pampeano vecino a los bosques de tala del nordeste de Buenos Aires.

El tallo tiene un crecimiento anormal y carece de madera por lo cual algunos autores la consideran como una hierba gigante.

Esteban Echeverría en “La Cautiva” lo describe como un árbol corpulento, espeso y de vistoso follaje, que descuella solitario en las llanuras como la palmera en los arenales de Arabia. Ni leña para el hogar, ni fruta brinda al hombre, pero sí fresca y regalada sombra en los ardores del estío.

La silueta del ombú está presente en el Escudo de la ciudad de Alvear, Provincia de Corrientes y en la Bandera de la ciudad de Victoria (Entre Ríos), en los alrededores de la ciudad y al pie del Cerro de la Matanza se presenta una formación boscosa llamada “Monte de los Ombúes” que cautiva por su rareza botánica. Existe una vieja tradición entre los nativos de esta región que por cada familiar fallecido se plantaba un árbol, era su representación, su homenaje; a los pies de un cerro donde miles de nativos fueron masacrados este ritual podría ser una hipótesis para explicar por qué hay un bosque de una especie de árbol que generalmente crece en soledad.

En la Provincia de Buenos Aires está representado también por su silueta en los Partidos de San Fernando, Carlos Tejedor y en las localidades de Maquinista Savio (Partido de Escobar), Gerli (Partido de Lanús y Avellaneda) y City Bell (Partido de La Plata).

La Bandera del Partido de San Fernando, tiene un ombú en el centro y en el Escudo de la ciudad se puede ver sobre la barranca del Río Luján, el ombú de la ”Quinta El Ombú ” declarada Lugar Histórico Nacional ya que de acuerdo con las crónicas históricas, el Marqués de Sobremonte descansó bajo su sombra, tras presidir la ceremonia de colocación de la piedra fundamental de la antigua iglesia. Con el paso de los años, el ejemplar ha perdido gran parte de su tronco principal, aunque ha dado

 Observaciones:

El ejemplar de referencia es femenino. Florece en primavera (noviembre – diciembre). Los frutos maduran en otoño (abril - mayo) y se desprenden en invierno tapizando el suelo.

Sobre la Avenida Mujica (frente al Cementerio Parque Privado “Jardín Azul”) se encuentra un ejemplar muy desarrollado y probablemente de muchos años aunque no se puede determinar la edad debido a la falta de anillos anuales de crecimiento.

 

  

5.      ORDENANZA N° 4.885/2023


 

ARTÍCULO 1.- DECLÁRASE componente del patrimonio urbanístico del partido de Azul la arboleda de tilos de las avenidas 25 de Mayo entre las calles Dr. Alfredo Prat y Coronel Olavarría, y Presidente Juan Domingo Perón en toda su extensión.

ARTÍCULO 2.-PROHÍBESE la extracción de los ejemplares de tilo existentes en las avenidas 25 de Mayo entre las calles Dr. Alfredo Prat y Coronel Olavarría, y Presidente Juan Domingo Perón en toda su extensión.

ARTÍCULO 3.- Al realizarse la forestación y/o reforestación de las avenidas 25 de Mayo entre las calles Dr. Alfredo Prat y Coronel Olavarría, y Presidente Juan Domingo Perón en toda su extensión, esta deberá hacerse con árboles de tilo.

ARTÍCULO 4.- PROHÍBESE la poda de raíces de los ejemplares de tilo existentes en avenidas 25 de Mayo entre las calles Dr. Alfredo Prat y Coronel Olavarría, y Presidente Juan Domingo Perón en toda su extensión.

ARTÍCULO 5.-  LAS excepciones a la presente Ordenanza serán atribución exclusiva del Concejo Deliberante.

ARTÍCULO 6.- LAS infracciones a lo dispuesto por la presente Ordenanza serán sancionadas de acuerdo  la gravedad y grado de reincidencia de la infracción, conforme lo establecido por el Código de Faltas Municipal y la Ordenanza Impositiva vigentes.

ARTÍCULO 7.- DERÓGANSE  la Ordenanza N° 646/88 y su modificatoria N° 1.498/96.

ARTÍCULO 8.- COMUNÍCASE al Departamento Ejecutivo.






Fuentes: 

Concejo Deliberante del Partido de Azul.

Dimitri, Milán J. 1987. Enciclopedia Argentina de Agricultura y Jardinería. Tomo I. Primer volumen. 3ra. edición, Editorial ACME S.A.C.I., Bs. As.

Dimitri, Milán J. 1988. Enciclopedia Argentina de Agricultura y Jardinería. Tomo I. Segundo volumen. 3ra. edición, Editorial ACME S.A.C.I., Bs. As.

https://www.buenosaires.gob.ar/noticias/el-jacaranda-arbol-distintivo-de-la-ciudad-debuenos-aires

https://www.regionlitoral.net/2015/09/historias-de-victoria-el-monte-de-los-ombues.html

http://www.theplantlist.org

Santuario Getsemaní.