domingo, 22 de agosto de 2021

Cultor de los Sagrados Corazones

 Cultor de los Sagrados Corazones

  

            El 9 de noviembre de 1946 se inauguró en nuestra ciudad la Capilla Sagrado Corazón de María, más conocida por los azuleños como Capilla del Buen Pastor.

            Aquella jornada, los actos se iniciaron muy temprano por la mañana, con la consagración de los altares por parte del obispo diocesano monseñor César A. Cáneva, de cuyas ceremonias fue madrina la señora Josefina Anchorena de Rodríguez Larreta. Luego, el Vicario General de la Diócesis y asesor religioso de la Congregación capellán del nuevo templo monseñor Santiago A. Rava, procedió a la bendición de las imágenes, ceremonia que tuvo a varios vecinos azuleños como padrinos; entre ellos, de la imagen de San Juan Eudes, fueron padrinos el entonces comisionado municipal Dr. Juan Carlos Peralta Reyes y su madre doña Julia Reyes de Peralta.

De escayola policromada y adquirida en la “Casa Majó” de Buenos Aires, la imagen de San Juan Eudes fue entronizada en la capilla menor de la izquierda de la nave principal. El altar de esta capilla es, como el mayor, de mármoles y en un relicario se exhiben las reliquias del santo. A su vez, a los pies del altar descansan actualmente los restos mortales de monseñor Rava.

 

El camino de la caridad

 

Juan Eudes nació el 14 de noviembre de 1601, en una granja cerca de la Villa de Ri, Normandía, Francia. Sus padres fueron Isaac Eudes y Marta Corbin. Tuvo seis hermanos, entre los que estuvo el historiador Francisco Eudes de Mecerac​

A los catorce años de edad ingresó al Colegio de los Jesuitas en Caen.

Sus padres deseaban que él continuara con el legado familiar, casándose y trabajando en la granja, sin embargo, se unió al Oratorio de Jesús el 25 de marzo de 1623. Uno de sus maestros y modelo en la vida espiritual fue el fundador del Oratorio, Pedro de Bérulle, quien lo recibió en la orden. Poco después, el futuro cardenal Bérulle, le dio permiso de predicar, aunque sólo había recibido las órdenes menores. Al cabo de un año, en París, Juan fue enviado a Aubervilliers a estudiar bajo la dirección del padre contemplativo y ascético Carlos de Condren.

Juan Eudes fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1625 y celebró su primera misa en Navidad. Dos años más tarde, se desató en Normandía una violenta epidemia de peste, y Juan se ofreció para asistir a sus compatriotas. Bérulle lo envió ante el obispo de Séez con una carta de presentación, en la que decía: “La caridad exige que emplee sus grandes dones al servicio de la provincia en la que recibió la vida, la gracia y las órdenes sagradas, y que su diócesis sea la primera en gozar de los frutos que se pueden esperar de su habilidad, bondad, prudencia, energía y vida”. Eudes pasó dos meses en la asistencia a los enfermos en lo espiritual y en lo material, administrando los sacramentos. Después fue enviado al Oratorio de Caen, donde permaneció hasta que una nueva epidemia se desató en esa ciudad, en 1631.

En 1633 comenzó a predicar misiones parroquiales, y finalmente predicó más de cien misiones en toda su propia región, así como en la Isla de Francia y Borgoña y también en Bretaña. Jean-Jacques Olier se refirió a Eudes como “el prodigio de su edad”. Eudes se convirtió en un destacado predicador y confesor con un don para la evangelización.

Después del Concilio de Trento (1545-1563) proliferaron los seminarios de la Iglesia. Eudes fundó varios seminarios en la zona, incluido el de Rennes. En 1674 recibió seis bulas papales de indulgencias del Papa Clemente X para cofradías y seminarios dedicados a los Sagrados Corazones.

 

Magdalena

 

Una de las experiencias que adquirió durante sus años de misionero, fue que las mujeres de mala vida que intentaban convertirse, se encontraban en una situación particularmente difícil. Durante algún tiempo, trató de resolver la dificultad alojándolas provisionalmente en las casas de familias piadosas, pero cayó en la cuenta de que el remedio no era del todo adecuado. Magdalena Lamy, una mujer de humilde origen, que había dado albergue a varias convertidas, dijo un día al santo: “Ahora os vais tranquilamente a una iglesia a rezar con devoción ante las imágenes y con ello creéis cumplir con vuestro deber. No os engañéis, vuestro deber es alojar decentemente a estas pobres mujeres que se pierden porque nadie les tiende la mano”. Estas palabras produjeron profunda impresión en Juan, quien alquiló una casa para las mujeres arrepentidas, en la que podían albergarse en tanto que encontraban un empleo decente. Tres monjas visitandinas colaboraron arduamente con él. En 1641 fundó la Orden de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio en Caen para proporcionar asilo a las prostitutas que deseaban redención.

Con el apoyo del cardenal Richelieu y varios obispos, dejó a los oratorianos para establecer la “Congregación de Jesús y María” (Eudistas) para la educación de los sacerdotes y para las misiones parroquiales. Esta congregación se fundó en Caen el 25 de marzo de 1643. Sus miembros, como los del oratorio, eran sacerdotes diocesanos y no estaban obligados por ningún voto. Juan Eudes y sus cinco primeros compañeros se consagraron a “la Santísima Trinidad, que es el primer principio y el último fin de la santidad del sacerdocio”. El distintivo de la congregación era el Corazón de Jesús, en el que estaba incluido místicamente el de María; como símbolo del amor eterno de Jesús por los hombres.

Eudes también fundó la Sociedad de la Madre Más Admirable, que actuó como una especie de Tercera Orden.

Mientras Juan se hallaba en misión en la iglesia de San Sulpicio de París, recibió la noticia de que el obispo de Bayeux acababa de aprobar la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio, formada por las religiosas que atendían a las mujeres arrepentidas de Caen. En 1653, San Juan fundó en Lisieux un seminario, al que siguió otro en Rouen en 1659.

Pronto, Eudes se dirigió a Roma a tratar de conseguir la aprobación pontificia para su congregación; pero los santos no siempre tienen éxito, y San Juan Eudes fracasó en Roma.

Un año después, una bula del Papa Alejandro VII aprobó la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio. Ese fue el coronamiento de la obra que el padre Eudes y Magdalena Larny habían emprendido treinta años antes en favor de las pecadoras arrepentidas.

Eudes siguió predicando misiones con gran éxito; en 1666, fundó un seminario en Evreux y, en 1670, otro en Rennes. Al año siguiente, publicó un libro titulado “La Devoción al Adorable Corazón de Jesús”.

 

Santidad

 

Durante los últimos años de su vida, el santo escribió su tratado sobre “el Admirable Corazón de la Santísima Madre de Dios”; trabajó en la obra mucho tiempo y la terminó un mes antes de morir. Su última misión fue la que predicó en Sain-Lö, en 1675, en plena plaza pública, con un frío intenso. La misión duró nueve semanas. El esfuerzo enorme acabó con su salud y a partir de entonces se retiró prácticamente de la vida activa.

Juan Eudes falleció el 19 de agosto de 1680 y fue canonizado en 1925.

El Papa León XIII -al proclamar las virtudes heroicas de Eudes en 1903 - le otorgó el título de “Autor del culto litúrgico del Sagrado Corazón de Jesús y del Santo Corazón de María”. Eudes había dedicado las capillas de los seminarios de Caen y Coutances al Sagrado Corazón. La fiesta del Inmaculado Corazón de la Madre de Dios se celebró por primera vez el 8 de febrero de 1648 y la del Sagrado Corazón de Jesús el 20 de octubre de 1672.

 


En la Capilla Sagrado Corazón de María se halla una capilla menor dedicada a San Juan Eudes. A los pies del altar se hallan sepultados los restos de monseñor Santiago A. Rava.