Los balnearios de Azul
Constituido en sus 80 años de existencia en uno de los paseos predilectos
de los azuleños y de muchos vecinos de la región, el Balneario Municipal
“Almirante Guillermo Brown” es uno de los espacios más convocantes de Azul,
contando además con una rica historia de antecesores…
Por Eduardo Agüero Mielhuerry
El Arroyo Azul desde la fundación misma del Fuerte San Serapio Mártir
hoy devenido en ciudad, fue un elemento esencial del desarrollo comercial e
industrial y, con el tiempo, de muchas actividades sociales.
En agosto de 1858, desde
El primigenio…
Muchos puntos del largo recorrido
del Arroyo fueron desde siempre utilizados para la recreación, esencialmente en
verano. Pero por diversas razones esto provocaba protestas o preocupación en
los vecinos. Algunos se molestaban por los bañeros nudistas (o tal vez con
demasiada poca ropa), que atentaban contra la moral y las buenas costumbres. Y
otros pensaban en la seguridad de los niños y jóvenes que se refrescaban en las
aguas del no siempre manso arroyo azuleño.
En 1886 se inauguró el primer balneario que tuvo Azul.
Funcionaba en la margen izquierda del arroyo, en el embalse formado por el
tajamar del Molino Harinero “
“Baños de natación. Recreo de estación. El domingo 31 del corriente,
si el tiempo lo permite, tendrá lugar la inauguración de los Baños de natación,
recién establecidos al lado del Molino Rivière, en la margen izquierda del
arroyo.
La empresa tiene carruajes
especiales para los bañistas, que saldrán de la plaza principal cada media hora
y tendrán derecho a atravesar el puente del molino. Habrá carpa de refrescos y
candiales, tiendas para vestirse, música, etc. El precio de ida y vuelta en
carruaje, solo costará 20 centavos moneda nacional por persona; la entrada al
Establecimiento es gratis.”
Sin embargo,
las retenciones de aguas realizadas por los molinos, desde siempre provocaron
problemas con las crecidas del Arroyo, provocando la inundación o anegamiento
de las calles aledañas al cauce y hasta llegando el agua a ingresar a hogares
precarios.
Para cuando
comenzó el siglo XX ya no funcionaba el primer balneario de Azul. Y peor aún,
el Ejecutivo municipal encabezado por el doctor Ángel Pintos, emitió un severo
decreto que el 4 de febrero de 1902, el periódico “El Imparcial” publicó:
“Considerando que es imposible consentir que se utilice el arroyo Azul como
bañadero público, especialmente en lugares transitados, porque ello importaría
tolerar abusos contra las buenas costumbres y la moralidad pública, el
intendente municipal DECRETA:
Art. 1º Desde la fecha, queda vedado bañarse en el arroyo Azul, en el
espacio comprendido entre el puente de “San Benito” y el molino “Estrella del
Norte”.
Art. 2º Solo se permitirá bañarse fuera del radio indicado, y aún en este
caso se exigirá el uso de ropas de baño.
Art. 3º Los infractores a esta disposición incurrirán en la multa de diez
pesos m/n cada vez. (…)”.
Proyectos y demoras…
El 7 de abril de 1924, Pedro
Guiraut asumió como intendente interino, reemplazando al
destacado médico, Ángel Pintos, quien en las elecciones del 23 de marzo de ese
mismo año había resultado electo Diputado por
Casi
una década después, el periódico “El Ciudadano”, en 1932, publicó un
minucioso estudio referido a las posibles ubicaciones de un futuro balneario
que la comunidad reclamaba como necesario. Se barajaron varias opciones:
instalarlo a la misma altura del ya viejo Molino Harinero, algunos lo
planteaban en el Parque Municipal, mientras otros miraban con insistencia hacia
la zona del paraje San Benito. Sin embargo, la iniciativa una vez más se vería
demorada…
En “San Benito”
En noviembre
de 1939, el intendente municipal interino, Luis Hugo Mauri, dispuso
la construcción de un balneario provisorio en la zona que los vecinos ya
utilizaban en el verano como sector recreativo. A unos cien metros del Puente “San
Benito” se iniciaron las obras. No sin esfuerzo se limpió el cauce del arroyo
hasta el lecho rocoso. Luego se construyó un paredón y una compuerta para
contener y elevar el hilo de agua. Se construyó una escalinata, se colocaron
plantas, sillas y casillas para bañistas.
El
proyecto fue realizado por el Jefe de
Al
mismo tiempo, el 12 de octubre de 1939, el obispo monseñor César A. Cáneva había bendecido
(aunque en el atrio de
El
Balneario Municipal se inauguró oficialmente el 6 de enero de 1940. El
incipiente espacio, para tomar dimensiones, no abarcaba mucho más de lo que hoy
conocemos como “Playa Chica” en la vera oriental del Arroyo, aunque el
entusiasmo de los vecinos lo llevaría a crecer y consolidarse como espacio
público en muy poco tiempo.
Primeros grandes trabajos…
Alfredo Pascual Ferro ejerció como Comisionado Municipal en dos oportunidades, la primera desde
el 15 de julio de 1940 hasta el 18 de octubre de 1941 y la segunda desde el 7
de febrero de 1945 hasta el 12 de junio del mismo año. Su secretario fue el Dr.
Marcelo Baudron.
El 22 de julio de 1940 el Comisionado decretó la construcción
del balneario municipal. Designó una “Comisión Pro-Balneario”, que estaba
integrada por: Francisco Toscano (presidente), Alfredo Begbeder (secretario),
Juan Carboni (tesorero), y Eduardo Rodríguez Bozo, Alberto Cordeu, Luis Hugo
Mauri, Trinitario González, Domingo Mujica y César Leo como vocales.
Las
obras de ampliación del primitivo balneario, también fueron proyectadas por el
arquitecto Ricardo O. Marré, y la maqueta realizada fue expuesta al
público en la “Sastrería Toscano” (Yrigoyen 527). Se realizaron diversas obras,
movimientos de tierra, construcción de pircas, vestuarios, kioscos y hasta se
trajeron en tren 80 toneladas de arena desde Mar del Plata.
Buena parte de las obras fueron
realizadas por los empleados municipales, sin embargo, más de un centenar de
empleados de la firma “Toscano, Lattanzi y Barbetti”,
donaron medio día de trabajo para imprimirle buen ritmo a la labor.
El 16 de diciembre de 1940, el
comisionado Ferro inauguró oficialmente la temporada en el Balneario.
Hicieron uso de la palabra el propio Dr. Ferro y el presidente de la comisión
pro balneario señor Francisco Toscano.
Duplicando el espacio…
El 21 de mayo de 1942 asumió el
intendente José María Peluffo quien inmediatamente se propuso la
ampliación sustancial del flamante paseo azuleño.
Gracias a la intervención del
arquitecto Blas J. Dhers, que junto a Ángel Sala trabajaba en la
concreción del Patio Andaluz en el Parque Municipal, se trazó la mayor
ampliación que sufriera el balneario y que lo llevaría a alcanzar prácticamente
sus dimensiones y aspecto general actual. En consecuencia, se compró un amplio
terreno en la margen izquierda del Arroyo, lo cual posibilitó duplicar
radicalmente la capacidad del Balneario.
Las obras estuvieron a cargo de
empleados municipales y de la empresa “Toscano, Lattanzi y Barbetti”. Los
trabajos se inauguraron el 28 de noviembre de 1942.
El mismo año, los carpinteros Pagano
y Santillán
construyeron un puente que unía “Playa Grande” y “Playa Chica”, lo que permitía,
con el puente de las compuertas, dar la vuelta caminando al paseo, circulando
por sus playas…
El 19 de noviembre de 1943, el comisionado municipal
teniente coronel Saúl S. Pardo autorizó una línea de colectivos entre
Más naturaleza
El
12 de enero de 1946, el comisionado municipal Silverio Carbone, en
conferencia de prensa presenta el proyecto de ensanche de la calle Colón desde
la portada del Parque hasta el Balneario (actual Avenida Pellegrini).
El
29 de enero, el comisionado municipal Silverio Carbone anuncia la construcción
de una plazoleta frente al balneario municipal, en calles Colón (actual Avenida
Pellegrini) y Avenida Intendente Urioste, existiendo la posibilidad de que la
citada esquina sea adquirida por el señor Héctor Urioste con el fin de donarla
en memoria de su padre a la comuna. Al día siguiente, se iniciaron los trabajos
de ensanche de la calle Colón, de acuerdo al proyecto presentado. La tarea
comienza en la portada del Parque Municipal, para extenderse hasta el Balneario
Municipal.
En 1947 se ampliaron las playas de la margen izquierda,
extendiéndose pircas y veredas.
Para finales de la década del ’40, entre las sucesivas
obras realizadas en el paseo, se reubicaron los juegos infantiles y se
plantaron 250 eucaliptos, obra que en el futuro obligaría a las autoridades a
remover muchos árboles ya sea por estar muertos o gravemente enfermos o por la
peligrosidad de sus grandes ramas quebradizas, absolutamente inapropiadas para
un paseo semejante.
En 1949, el intendente Ernesto María Malére
recibió la donación para el municipio de un amplio terreno de
Cuestión de nombres…
A través de
Asimismo,
Posteriormente, tras la irrupción de
la autodenominada “Revolución Libertadora”, el Balneario quedó con su
denominación de “Municipal” simplemente hasta que siguiendo la propuesta de los
vecinos, desde el bloque de la Unión Cívica Radical, se propuso la denominación
de “Almirante
Guillermo Brown”, por conmemorarse en 1964 el sesquicentenario de la batalla
de Montevideo, librada heroicamente por la escuadra del almirante Guillermo
Brown el 17 de mayo de 1814, contra los españoles.
Entre 1968 y 1970 se construyó
Inundaciones y obras…
Tras la inundación de abril de 1980, el Balneario
Municipal perdió el puente (construido por Pagano y Santillán) que se hallaba a
la altura del sector conocido como “
En 2002, durante la administración del Dr.
Omar A. Duclós, se instalaron modernas compuertas en el Puente
Adolfo “Moto” Arias, elevándose asimismo la altura del tradicional cruce
para evitar obstruir el normal curso del agua.
Tras las inundaciones del año 2012, desde la gestión del Dr.
José Manuel Inza se realizó la limpieza del cauce del Arroyo en
diversos sectores y asimismo se planteó una remodelación de algunos sectores
del Balneario. Se reconstruyeron los baños y
Todos los años, el 16 de diciembre, se inaugura
oficialmente la temporada de verano en coincidencia con el aniversario de Azul.
Para cada ocasión, desde la Municipalidad se plantea la renovación de algún
sector o el embellecimiento de otros, tal fue el caso este año (tan especial
por la pandemia) de la remoción de árboles muertos o de ramas quebradizas y
peligrosas, en la zona de la isla con la consecuente mejora de la accesibilidad
al sector.
EL DATO: El presente artículo es una síntesis del trabajo que el autor del mismo presentará en 2021 sobre “Los balnearios de Azul”
(Hemeroteca Oyhanarte) |