domingo, 27 de febrero de 2022

Don Ricardo

                                             Don Ricardo


 Por Eduardo Agüero Mielhuerry

  

Ricardo Damián Elizagaray nació en Azul el 27 de septiembre de 1896. Sus padres fueron Manuel Elizagaray (nacido en Santiago de Compostela, Galicia) y la argentina, oriunda de Lobos, Alejandra Malmaceda. Tuvo al menos nueve hermanos: Josefa Amelia, Manuel Gerónimo, Elena Antonia Bernabela, Antonio Domingo, Julio Claudio, Rodolfo Inocencio, Jorge Fausto del Carmen, María y Alejandro Ramón Esteban (uno de los fundadores de “Azul Athletic Club”).

Sin mayor educación formal que el ciclo primario, fue un gran autodidacta. Lector sólido, encontró en el piano una herramienta para ganarse la vida, aunque alguna vez confesaría que no le gustaba estudiar para ejecutarlo. Comenzó tocando como acompañamiento de las películas mudas y formó parte de una orquesta de tango con la cual hizo una gira por Latinoamérica, previo a haber recorrido buena parte de la provincia de Buenos Aires.

El 23 de febrero de 1924, en la Parroquia Santa María del Carmen de la ciudad de Necochea, contrajo matrimonio con la necochense María Concepción Juliano (hija de Gerónimo Juliano y María Serafino). La pareja se radicó en Azul, donde nacieron sus dos hijos: Carlos Alberto (11 de abril de 1925) y María Susana (6 de abril de 1926).

Al igual que sus hermanas Elena (autora en 1938 de “La verdad en el camino de la mentira”) y Josefa Amelia “Cofa”, ejerció en la Escuela Normal como profesor de música desde 1926, año en el que también fundó un Conservatorio.

De cuna conservadora, desde joven se enroló en esa tendencia política, ocupando una banca en el Concejo Deliberante de Azul durante los años 1933 y 1934.

Trabó una estrecha amistad con el médico de la familia, Dr. Oscar Raúl Bidegain, junto a quien, al producirse el surgimiento del peronismo, no vaciló en incorporarse con su natural vehemencia al movimiento popular que, el 3 de octubre de 1947, lo nombró delegado al Congreso General Constituyente de Buenos Aires del Partido Peronista. En 1950 fue electo Diputado de la Provincia de Buenos Aires (desempeñándose por dos años).

  

Pelota a paleta

  

Desde temprana edad se identificó con Azul Athletic Club, entidad de la cual fue linesman a temprana edad y luego directivo en varias oportunidades, ejerciendo la presidencia en 1933-34. Allí, en el seno de esa institución, los representantes del club dueño de casa, del Club Hípico de Tandil y del Club Atlético Ayacucho, fundaron, el 12 de octubre de 1934, la Federación de Pelota a Paleta de la Provincia de Buenos Aires, organismo que le dio un gran impulso, orgánicamente, al deporte vasco (el primer torneo provincial lo obtuvo “Laurak Bat”, de Bahía Blanca, con sus representantes Marcos Eizaguirre y Luis Betelú, que derrotaron en la final en Azul a Fransinguez y Abadie, de Las Flores, por 40 a 39). Ricardo fue presidente de la Federación desde su fundación hasta 1955, en que las autoridades surgidas del golpe militar de septiembre de ese año intervinieron la entidad, que Elizagaray había trasladado por entonces a su domicilio de la avenida 25 de Mayo Nº 741 y que la intervención restituyó al edificio de Azul Athletic, siendo llevado luego el asiento a Mar del Plata en julio de 1964.

Desde 1938 a 1942 y desde 1952 a 1955, Elizagaray fue vicepresidente de la Confederación Argentina de Pelota. También tuvo una destacada actuación como dirigente del tiro ciudadano, afición compartida también con el Dr. Bidegain. Desde 1949 hasta 1955 presidió el Tiro Federal de Azul, integrado en esa misma época la Junta Ejecutiva de la Federación Argentina de Tiro.

  

Dándole una mano al “Paisano”

  

Alfredo Miguelez, oriundo de Dionisia, partido de General Alvarado, gracias a su talento y persistencia en la pelota a paleta se había convertido en un jugador que día a día ganaba mayor renombre en los ámbitos deportivos.

En los sucesivos partidos que Alfredo jugó para el Club de La Dulce –donde se instaló temporalmente al conocer a la que pronto se convertiría en su esposa, Carmen Ortiz-,  siempre estuvo bajo la atenta mirada del azuleño Ricardo Elizagaray, presidente de la Federación de Pelota a Paleta de la Provincia de Buenos Aires, quien no dudó en proponerle su incorporación a Azul Athletic Club. Además, sabiendo que trabajaba moviéndose de pueblo en pueblo y que estaba deseoso de “asentar cabeza” y formar una familia, Elizagaray le propuso una serie de “contactos” para lograr un trabajo en Obras Sanitarias de la Nación. Sin dudarlo demasiado, Alfredo emprendió un nuevo rumbo que marcaría su vida y la del Club.

  

El derrocamiento de Perón

  

Sus actividades como dirigente deportivo a nivel nacional le permitieron establecer muy amplias relaciones, inclusive a través de viajes al exterior. Sin embargo, tras el golpe militar contra Perón -el 16 de septiembre de 1955-, su vida dio un drástico giro. Perseguido por su filiación política y con temor a ser encarcelado, se refugió algunas semanas en Villaguay, Entre Ríos, en la casa de sus consuegros, Enrique Hoogen y Sara Miranda, padres de Noemí Juana, esposa de su primogénito. Éste último, que como miembro del Ejército había defendido la Casa de Gobierno durante el bombardeo del 16 de junio, fue vigilado por sus superiores como “peligroso ideológico” y después marginado de la fuerza. Por este motivo, en 1957, Ricardo, para ayudar económicamente a su hijo y su familia, comenzó a trabajar como corredor del té “Taragüi”.

            Durante los años ’60 se ocupó amorosamente de asistir a sus hermanas, Elena y “Cofa”, que ya tenían una edad avanzada. Años más tarde, como su esposa se había ido a vivir con su hija María Susana (casada con el azuleño oficial de Marina, Alberto Moschini; padres de siete hijos), alquiló el que había sido el hogar familiar.

En la década del ’70, Ricardo pasó a vivir en Mar del Plata con su hijo (devenido en abogado gracias a la ayuda de su padre y sus suegros), su nuera y sus cuatro nietos, hasta que un grupo de la C.N.U. (Concentración Nacional Universitaria) y la A.A.A. (Alianza Anticomunista Argentina), asesinaron a cuatro integrantes de la familia, entre ellos su nieto mayor. La familia vivió momentos de zozobra y desesperación ante el recrudecimiento de la persecución política. Hallaron amparo en San Isidro…

            

Últimos años

  

Apasionado por la pelota a paleta (aunque como decía su hijo: “no era bueno, solo se defendía”), e hincha fanático de River Plate, vivió sus últimos años rodeado del amor de sus hijos y nietos.

Ricardo Damián Elizagaray falleció en San Isidro, a los 86 años de edad, el 11 de agosto de 1982.

 

 

EL DATO:

El presente artículo es una síntesis del capítulo correspondiente del libro “Alfredo ‘Paisano’ Miguelez, pelotari”, que será presentado por el autor el próximo 26 de marzo, en la sede social de Azul Athletic Club.



Ricardo Damián Elizagaray
  

Primer Consejo Directivo de la Federación de Pelota a Paleta de la Provincia de Buenos Aires.
12 de octubre de 1934.


Finalistas de un torneo de pelota a paleta disputado en La Dulce. Tercero en la fila superior, Alfredo "Paisano" Miguelez. Tercero también, pero en la fila inferior, Ricardo Elizagaray.