De Francia al Azul
Jean Blaise Dhers Estrampes, más conocido como Blas Dhers, nació en Sarrecave, Francia, el 12 de abril de 1821. Era hijo del agricultor Jean Francois Dhers Chelle y Marie Estrampes. Tuvo ocho hermanos: Jean Pierre, Jeanne Marie, Jeanne Marie Calixte, Jean Alexis, Marthe Rosalie, Jeanne Agustine, Mario Blaise y Jean Romain.
A
temprana edad decidió dejar atrás su país natal, radicándose en la República
Oriental del Uruguay, donde el 8 de noviembre de 1842, en Montevideo, contrajo
matrimonio con Rosalía Lajeunesse (hija de Jacob Cristophe Lajeunesse y Jeanne
Gayts). La pareja tuvo cinco hijos, de los cuales los dos primeros nacieron en
Montevideo (Juan Dionisio y María Florencia), mientras que los otros tres lo
hicieron en Azul (Ruperto Tiburcio, Hilaria Magdalena y María Luisa), donde se
había radicado el matrimonio hacia 1845.
De
profesión comerciante, Blas Dhers creó el segundo molino harinero hidráulico de
Azul, conocido como “La Estrella del Sud”, emplazado en los actuales terrenos de la
Guarnición militar, en la margen oriental del Arroyo Azul. En agosto
de 1858, desde
En su reconocida obra “Viaje al país de los Araucanos”,
Estanislao
Severo Zeballos, hizo observaciones sobre el desarrollo económico,
social y cultural de los pueblos que había recorrido, y al estar en Azul escribió
un extenso informe, del cual es interesante resaltar varios puntos de rico
contenido: “Sobre
la margen del arroyo, perdido el edificio entre encantadoras y elevadas
arboledas, levantase el Molino Azul, propiedad de la sociedad francesa de los
señores Dhers y Barés. Las construcciones ocupan una manzana y la fuerza motriz
empleada es doble: el agua y el vapor. El molino es de turbina y de motor
vertical. El combustible empleado no es vegetal, ni es carbón fósil; se emplea
leña de oveja. En todos los corrales o paraderos de este ganado su guano
produce colinas, algunas de las cuales alcanzan a veces hasta dos metros de
elevación. Cortado el material en forma de adobe es empleado en el fuego con
éxito completo… El arroyo serpentea bulliciosamente por el medio del terreno,
de suerte que apenas salimos del molino nos hallábamos en una selva de sauces,
bajo cuya sombra corrían encantadoras brisas, cortadas de trecho en trecho por
brazos artificiales del arroyo…”.
Zeballos hace mención a Barés, quien
había sido primeramente cuñado, y luego a la vez yerno y socio de Dhers. Nacido
en 1829, José Luis Barés era hijo de los franceses Alejandrina Ruan y
Miguel Barés. El 17 de octubre de 1865, en la Iglesia Nuestra Señora del
Rosario de Azul contrajo matrimonio con Hilaria Magdalena Dhers Lajeunesse, de tan solo 14 años de edad (había nacido en Azul el 11 de abril de 1851).
Fue miembro activo de la Logia Masónica que funcionaba en Azul, denominada “Estrella
del Sud” Nº 25; fue Municipal e integrante de la Comisión de Culto e
Instrucción Pública, y formó parte de la Sociedad Económica y de Fomento del
Azul.
Asociado
a su suegro construyó una sólida fortuna y se consolidó como una figura
respetable de la comunidad azuleña. Por su parte, Blas Dhers, que transitó
la misma senda del reconocimiento y respeto en la sociedad, también era masón
–de hecho fue uno de los fundadores de la Logia local que llevaba el mismo
nombre que su emprendimiento comercial-, en 1867 integró la Junta Consultiva de
la primera sucursal en Azul del Banco de la Provincia de Buenos Aires. También
fue parte de la Sociedad Económica y de Fomento del Azul a partir de 1870.
Viudo
(Rosalía Lajeunesse había fallecido el 23 de septiembre de 1855), Blas
Dhers había contraído matrimonio en segundas nupcias, el 23 de abril de
1856, con Juana María Marcelina Barés (hija de Alejandrina Ruan y Miguel
Barés, y hermana de José Luis Barés). Tuvieron ocho hijos: Juan Pedro, Josefina
Alejandrina, Luis Francisco Marcelo, Rosalía Ana Francisca, Miguela Vicenta
Matilda, María Julia Adela, Héctor Miguel Benjamín y María Teresa Micaela.
Sin
descuidar su actividad comercial ni dejar de lado a su numerosa familia,
asimismo Blas Dhers presidió la Corporación Municipal entre 1878 y 1879. También
tuvo una activa participación en el arreglo y distribución de las suertes de
estancia, colaborando en los proyectos de urbanización
de Azul como la traza del ferrocarril.
Fue
precursor de la creación de la Biblioteca Popular, miembro de la Sociedad Rural Argentina y presidente de la Sociedad Rural de
Azul.
Tras
una intensa vida, el 12 de julio de
1886, Blas Dhers falleció a los 65
años de edad. El periódico “La
Enseña Liberal” del día siguiente daba la noticia:
“Don Blas Dhers.- Anoche a las nueve y media rindió su alma al
Creador, este progresista y honrado vecino.
Ha muerto rodeado de todos los
suyos, una familia numerosa y distinguida que cuenta con el aprecio general de
esta población.
Don Blas Dhers contaba 65 años de
edad y 43 de residencia en el Azul. Vino a este pueblo como un modesto hijo del
trabajo, único capital con que contaba entonces.
Una salud excelente y una voluntad
y decisión poderosas para el trabajo fueron las grandes palancas de que se
sirvió para crearse con su solo esfuerzo y en largos años de constante y
provechosa labor, la brillante posición que actualmente gozaba en el comercio y
la sociedad.
Como vecino del Azul, ha servido
a los intereses del vecindario bajo distintas formas, y ha desempeñado con
honradez y contracción plausibles, puestos públicos importantes.
Deja a este pueblo y partido
progresos de consideración en la industria molinera y en la ganadería; como así
mismo una familia numerosa y distinguida de la que el Azul se enorgullece.
Francés de nacimiento, pero
argentino por adopción, fue un buen vecino del Azul, un excelente padre de
familia y un amigo franco y leal.
La sociedad azuleña pierde en él
a uno de sus mejores miembros.
La Enseña Liberal enluta sus
columnas en señal de duelo por la muerte de este honorable vecino, y hace votos
porque el ángel del consuelo bata sus alas bienhechoras sobre las cabezas de
sus numerosos y tribulados deudos.
¡Paz en la tumba del que se llamó
Don Blas Dhers!”
Tras
el fallecimiento de Blas Dhers, la administración del Molino quedó en manos de
su hijo Luis Francisco Marcelo Dhers Barés, quien sumó la explotación
de la “Estrella del Norte” (fundado
por Rivière).
En
1901 Luis se asoció con Esteban Louge, logrando la modernización de las
instalaciones del conocido por entonces como “Molino Azul”,
construyendo además la casa familiar (actualmente usada por la Banda de Música
del Ejército).
Esteban
Louge había nacido en Saint-Plancard, Alto Garona, Francia, en 1840.
Sus padres fueron María Margarita Laroche y Antonio Louge. Llegó a la Argentina
en 1851.
El
19 de septiembre de 1878 contrajo matrimonio en Azul con Germana Picot Chelé
(nacida en Francia en 1853). La pareja tuvo al menos diez hijos: Adela, Manuela
Margarita, María Magdalena, Esteban Juan, Pablo, Cecilia Germana, Germán, María
Berta, Alejandrina Haydée y Antonio.
Después
de trabajar en diversas actividades comerciales, Esteban logró consolidar una
importante fortuna que invirtió en campos diseminados por Azul, Olavarría,
Caseros y General Lamadrid.
Esteban
falleció el 24 de septiembre de 1911, tras lo cual, su hijo Esteban
Juan tomó las riendas de la administración del “Molino Azul” con su suegro Luis F. M. Dhers Barés, pues se había
casado con Elena María Dhers (hija de Luis y María Luisa Gunche).
Entretanto,
en 1918, Germana Picot donó una amplia fracción de terreno conocida como
“Bosquecillo” para integrar el
naciente Parque Municipal (hoy “Domingo F. Sarmiento), incluyendo el tajamar
instalado originalmente para el funcionamiento del Molino.
En la madrugada del 5 de junio de 1921 un devastador
incendio destruyó completamente las instalaciones del “Molino Azul” y buena
parte de la producción almacenada. Prácticamente la casa familiar fue lo único
que salvó de aquel desastre. Tal vez por demás angustiado, Luis Francisco Marcelo Dhers
Barés falleció a los 60 años de edad el 26 de noviembre de 1922.
Las pérdidas económicas fueron tan
contundentes que marcaron la declinación de la empresa, cerrando la industria
definitivamente en 1926. Poco antes, el 11 de noviembre de 1925, había fallecido
Germana Picot.
Años más tarde, los descendientes de
Esteban Juan Louge decidieron ceder generosamente las instalaciones a la
Municipalidad para que se lograra la instalación de los Cuarteles. Tiempo
antes, en 1921
las señoras Adela Dhers de Laclau, María Teresa Dhers de Fitte y Matilde
Dhers habían donado una interesante porción de terreno para el Parque
Municipal, sector que fuera acondicionado y finalmente habilitado como la
extensión que conocemos como “La Loma”. Las donantes pusieron
como única condición para su generoso acto que el lugar fuera llamado “Blas
Dhers”; de hecho, en el basamento de un jarrón que se halla en el
sector, se puede leer el nombre del pionero que tanto hiciera por la ciudad y
cuya historia “De Francia al Azul” se desgranara en las palabras precedentes…