Antonio Estruch
Buen Pastor
Luz de vida
El
Templo es naturalmente iluminado a través de hermosos vitrales que fueron
realizados por la “Casa Estruch”, de Buenos Aires, fundada por Antonio
J. Estruch.
En la nave principal se encuentran nueve
óculos de dimensiones considerables, ocho de los cuales,
divididos en dos grupos iguales a derecha e izquierda de la nave, historian la
vida de la Santísima Virgen María:
-
Natividad,
-
Presentación al
Templo,
-
Meditación de María,
-
Desposorio,
-
Anunciación,
-
Sagrada Familia,
-
Asunción,
-
Coronación.
En el Coro principal, sobre el acceso a la Iglesia, se
encuentra el vitral, también circular, del Buen Pastor donde el artista
desplegó toda virtud, siendo una pieza de mayores dimensiones que las demás y
con una belleza extraordinaria.
Los restantes vitrales se encuentran en dos pares más
pequeños en las capillas menores. Sobre las imágenes de San Juan Eudes y Santa
Eufrasia Pelletier se encuentran representados en los óculos sus
atributos, mientras que el restante en cada uno se halla la Eucaristía.
Poco tiempo después, la misma empresa se
ocuparía de realizar todos los vitrales que se encuentran en el Seminario
Diocesano de Azul.
Seminario
Diocesano
- La capilla privada
De estilo neoclásico, en el último piso del monumental edificio, se halla una modesta pero elegante e impactante capilla reservada exclusivamente para el rezo de los Sacerdotes.
El
pequeño altar se halla presidido por una imagen policromada de San
José, curiosamente joven -ya que es más común verlo representado como
un hombre mayor-, con el Niño Jesús de pie junto a él. San
José es patrono de
Sin
embargo, la nota de color está dada por tres exquisitos vitrales, realizados
por Antonio
Estruch, en los que se hallan representados: Nuestra Señora del Rosario,
Sagrado
Corazón de Jesús y San Juan María Vianney, el cura de Ars.
En torno a las tres imágenes se hallan distintas alegorías vinculadas
justamente con los representados. Un detalle no menor está dado porque a los pies de la escalera que
lleva a este sector reservado para los sacerdotes se halla otro particular
vitral, realizado también por Estruch, que representa al papa san Pío X y a sus
pies tiene la leyenda: “EX ALUMNORUM
SOCIETATIS AUCTORES PRIMI HUIUS SEMINARII SACERDOTIO UNCTI PERPETUAE
GRATITUDINIS TESTIMONIO 3-IX-
- Los colores del alma
El
Templo del Seminario es naturalmente iluminado a través de hermosos vitrales
que fueron –como así también los de la pequeña capilla privada de los
sacerdotes-, realizados por Antonio Estruch, propietario de la
firma de Buenos Aires que tiempo antes se había ocupado de la realización de
los vitrales de
Los doce vitrales de
- Sanctus
Aloysius Gonzaga (San Luis de Gonzaga).
- Mater
Inmaculata (Virgen Inmaculada).
- Sanctus
Gabriel A. V. Perdolente (San Gabriel de
- Sanctus
Franciscus Xaverius (San Francisco Javier).
- Sanctus
Paulus (San Pablo).
- Sanctus Ioannes M. Vianney (Santo Cura de Ars, Juan Bautista María
Vianney).
- Sanctus
Ioannes Chrysostomus (San Juan Crisóstomo).
- Sanctus
Augustinus (San Agustín).
- Sanctus
Vincentius A. Paulo (San Vicente de Paul).
- Sanctus
Carolus Borromaeus (San Carlos Borromeo).
- Sanctus
Petrus (San Pedro).
-
Sanctus Franciscus Assisi (San Francisco de Asís).
Por sobre cada uno de ellos hay pequeños óculos cuyas
imágenes están estrechamente vinculadas a los representados en cuestión. Pero,
además, a la
izquierda del Altar Mayor se halla una triada de óculos simbolizando
Padre: Al centro, representado por
una mano derecha, por delante de una Cruz, con los tres dedos extendidos
(pulgar, índice y mayor), bendiciendo y evocando a
Hijo: A la izquierda del espectador, representado
por el “pie
pelícanus”; se creía que el pelícano se arrancaba su carne para alimentar a
sus pichones, de allí que la tradición llamara a Jesús “el piadoso pelícano”,
porque dio su cuerpo como alimento de vida eterna.
Espíritu Santo: A la derecha del espectador, representado por
una paloma blanca.
A la derecha del Altar Mayor hay otro conjunto de tres óculos sobre
tres ventanales que son significativamente esenciales para la vida de los
seminaristas:
-
San Luis de Gonzaga con las azucenas, Patrono y
modelo de pureza para los seminaristas.
-
Sobre
-
San Gabriel de
Los restantes óculos, completando los quince que hay en el
templo, se hallan distribuidos por
-
El emblema de las Misiones, sobre San
Francisco Javier, como símbolo de su espíritu misional.
-
Una antorcha ardiendo sobre San Pablo
representando su celo apostólico.
-
Un incensario sobre el Santo Cura de
Ars, como símbolo del espíritu de oración.
-
Un águila como símbolo de su
predicación, sobre San Juan Crisóstomo.
-
Los atributos papales sobre el ventanal
de San Pedro como símbolo de su inquebrantable adhesión al Sumo Pontífice.
-
Un corazón en llamas como símbolo del
amor sobrenatural de San Agustín.
-
El holocausto, sobre San Vicente de
Paul representando su entrega total y absoluta a Dios.
-
Una canasta con panes y pescado,
representando la multiplicación del espíritu sacerdotal de San Carlos Borromeo.
-
El
emblema
de
ESTRUCH, EL GRAN ARTISTA
Antonio
José Estruch Bros nació el 17 de abril de 1873, en Sabadell,
Barcelona, España.
Desde
muy joven se dedicó a la pintura, convirtiéndose inmediatamente en un brillante
exponente catalán. Se inició en las artes plásticas en el estudio de Joan
Vila i Cinca y fue alumno de
Fue
becado en
Una
de las primeras ocasiones en que los sabadellenses pudieron ver sus cuadros fue
en julio de 1896, cuando retornó a la ciudad durante algunos meses.
Coincidiendo con esta estadía hizo una exposición en el Ateneo Sabadellense,
donde expuso parte de la producción que había hecho en Roma. Todas las obras
eran de carácter religioso: Santo Domingo de Guzmán, Santa Teresa de Jesús, San
Juan de Dios, San José de Calasanz,
Sus
obras más famosas fueron dos encargos de
En
1903 regresó a Cataluña. Mostró nuevamente sus obras, primero en
Entre
sus diversos trabajos sobresalen con brillo propio: “El sueño de
El
14 de enero de 1910 se instaló en la ciudad de Buenos Aires, donde ocupó
el cargo de director de
En
el año 1922 fundó su pronto afamado taller, “Casa Estruch”, en la
calle Piedras 1019 de
Los
porteños en particular y los argentinos en general pronto comenzaron a
descubrir su talento, solicitando sus servicios como artista para decorar las
principales iglesias católicas de todo el país, con calidad y sensibilidad. Por
su calidez y belleza se destacan: la decoración pictórica del Santuario de
María Auxiliadora de Rodeo del Medio, Mendoza (1910); “Paisaje con río” (década
del 1920); “Mujer entre las flores” (década del 1920) y, entre otras
muchas obras, varios vitrales de
Además
de crear piezas de gran valor artístico, Antonio también se ocupó de la
restauración de numerosos vitrales, como por ejemplo los de confiterías
tradicionales de