Sangrienta divergencia
En
su libro “Mi vida, mis fobias”, Narciso Mallea cuenta su ingreso a
Azul, haciendo una pintura exacta de la ciudad en pocas palabras:
“…estaba
iluminada, las acacias en flor, la gente ataviada de claro se paseaba
apretujada. En la esquina del Café de Zorrilla, los parroquianos bebían cosas
frescas, desparramados en pequeñas mesas. Todo era un vivir de ciudad. La
diligencia se detuvo en el hotel Argentino sito en frente del café de Zorrilla…
Había perdido la ciudad del sur ese ruido polvoriento, confuso, en trance de
amasar la ciudad futura. Era silenciosa, aseñorada…”
En la esquina sur de Burgos y Alsina (actual Yrigoyen),
se hallaba el “Café Colón” de Marcelino Zorrilla, quien tenía
domicilio precisamente allí, en el Nº 293 de la primera calle mencionada. El
lugar era sumamente concurrido, no sólo por los parroquianos habituales sino
también por los viajeros ocasionales que encontraban en el centro de la ciudad,
frente a la entonces Plaza Colón, un lugar de distensión.
Era habitual encontrar a varios empleados del Banco
Provincia, ubicado en aquel momento junto a la cafetería, sobre la calle
Burgos. Arturo B. Massani y Francisco T. Dominique, gerente y
tesorero de la entidad respectivamente, supieron frecuentar el local sobre todo
durante 1892, cuando ambos fueron parte del grupo fundacional de la Biblioteca
Popular de Azul (hoy “Bartolomé
J. Ronco”), pero desde hacía un tiempo la relación entre ambos se había
tensado. Nadie imaginó el desenlace, pero el “Café Colón” sería el escenario de una tragedia.
Arturo del Sagrado Corazón de Jesús Massani nació en la ciudad de Buenos
Aires, el 12 de enero de 1854. Sus padres fueron el italiano
Zulimo Massani y la porteña Antonina Bayá (viuda de Esteban Achinelli). Tuvo al
menos dos hermanos, Esteban y Peregrina. Contrajo matrimonio con Astelmia
Suárez (nacida en 1863; hija de Lisandro Suárez y Francisca Jones), con
quien tuvo dos hijos: Arturo (1876) y María Astelmia (10 de
septiembre de 1878). La familia estaba domiciliada en la calle Pozos Nº 165 de
la Capital Federal.
Cuando fuera nombrado Administrador de la
Sucursal Azul del Banco de la Provincia de Buenos Aires, toda la familia se
radicó en el pueblo que aspiraba a convertirse en ciudad. Se establecieron en
la casa que poseía la entidad, con ingreso por una puerta lateral de la fachada
del edificio ubicado en la calle Burgos 243 a 257 (vieja numeración).
Un dato particular, que surge del
libro “Nueva historia de las mujeres en la Argentina” (Vol. II -
Prometeo Libros. 2024), de Débora D’Antonio y Valeria Silvina Pita, indica que
Arturo se había convertido en tutor de una menor sin familia. Sin embargo, como
cuentan las autoras al estudiar la Exposición que él hiciera ante la Defensoría
de Menores, el 27 de enero de 1892:
“Era
frecuente que, ante las desobediencias y faltas, las y los responsables
manifestaran el deseo de deshacerse de ellas. Entendían que su conducta podía
poner en entredicho la respetabilidad propia y la de la familia. Esto sucedió
con Manuela, una muchacha que, según decía su guardador Arturo Massani, al
defensor de menores de Azul, ‘esta mañana fugó de mi casa… no deseándola
tenerla más por sus malos antecedentes’.”
Arturo B. Massani (firmaba con la letra inicial del apellido de su madre entre su nombre y su apellido paterno), fue asesinado el 3 de abril de 1893. El diario “La Nación” del 4 de abril conservó aunque brevemente, una historia impactante:
“Azul. Suceso sangriento. UN
MUERTO Y UN HERIDO. (De nuestro corresponsal). AZUL, LUNES 3. – Hoy a
la una de la tarde prodújose en el café Colón un suceso sangriento, que ha
impresionado profundamente a esta sociedad, por la calidad de las personas que
en él intervinieron. A la hora indicada encontráronse ahí los señores Arturo
Massani, gerente de la sucursal del Banco Provincia y Francisco Dominique, ex
contador del mismo establecimiento. Al ver el primer a Dominique se precipitó
sobre él, que estaba sentado, asestándole un golpe de puño.
Intervinieron varias
personas en el acto para separarlos y entre ellas el comisario Zalacain; pero
les fue imposible contenerlos, pues ambos contrincantes sacaron sus revólveres
descerrajándose los cinco tiros que contenían.
Massani recibió un balazo en el corazón, falleciendo instantáneamente, y
Dominique uno también en el maxilar derecho que, sin ser de mucha gravedad,
inspira serios cuidados.
Este desgraciado suceso obedece a la siguiente causa: Por gestiones de
Massani el directorio del banco resolvió trasladar de aquí a Bahía Blanca al
contador Dominique, quien posteriormente denunció al directorio irregularidades
en esta sucursal, que originaron la instauración de un sumario, cuyas
conclusiones fueron favorables a Massani.
No conforme Dominique con que lo pasaran a Bahía Blanca, renunció su
puesto de contador, y hallándose Massani en Buenos Aires con licencia, publicó
en hoja suelta su renuncia, en la que reiteraba los cargos que antes había
formulado contra Massani.
Este contestó desde esa
capital publicando solicitadas un tanto violentas en los periódicos de aquí.
El desenlace, pues, que ya se preveía, se produjo hoy, inmediatamente de
regresar Massani de esa ciudad.”.
En
el “Libro de Muertos” de la
Parroquia, quedó registrado como testigo de la defunción Esteban Massani, de 30
años, domiciliado en Capital Federal y José María Otero de 56 años, domiciliado
en Azul.
Francisco
Teodoro Dominique
también había nacido en Buenos Aires, el 22 de abril de 1867; era hijo de
Ricardo y Ramona Ignacia Pereyra. Tuvo diez hermanos Emilio Celedonio, Ricardo
Macario, Manuel Arturo, Miguel, Margarita Damiana, Ramón Nicolás, Alejo Adolfo,
Agustín Edmundo, Bernardo Samuel, María Inés y Ana Dalinda.
Muy joven se dedicó a actuar como
Martillero y luego había comenzado a trabajar en el Banco Provincia, siendo
trasladado a la sucursal de Azul como Tesorero. Aquí en Azul contrajo
matrimonio, el 17 de octubre de 1891, con Ángela María Dhérété (1873), con
quien tendría once hijos: Francisco Enrique (1891), Clotilde Angelina (1892),
Aida María (1896), Oscar Alberto (1903), Ida Elena (1905), Adolfo Miguel
(1907), Alcira (1908) Nélida Esther (1910), Celmira (1911) y Jorge (1913).
Tras el homicidio de Arturo B.
Massani, Dominique estuvo algún tiempo reponiéndose de su herida en el
rostro y recuperó la plena libertad porque el episodio quedó catalogado como un
acto de legítima defensa (a pesar de la espectacularidad del tiroteo en el
interior de la confitería). Sin embargo, su participación pública volvería a
resaltarse al quedar detenido junto a varios otros vecinos (los concejales
Pacomio Ávila y escribano Domingo D’Alessandro -de los partidos unidos- y
Gabino Ramos, del mismo bando, y el vecino señor José Albizu), tras el
conflicto que derivó en el homicidio del presidente del Concejo Deliberante de
Azul, Eufemio Zavala y García, en plena sesión el 26 de noviembre de 1906. Una
vez más, pronto recuperó la libertad, pues nada había hecho más que estar
justamente en el recinto. Mas luego, junto a su numerosa familia, se alejó
definitivamente de Azul…
Por otro lado, los hijos del difunto
Massani regresaron a la ciudad de Buenos Aires. Arturo,
viviendo por varios años con su hermana, comenzó a trabajar en el Ferrocarril.
Astelmia también volvió a la Capital; se unió en matrimonio, el 6 de marzo de
1895, en la Parroquia San José de Flores, con Guillermo Eggers.
Tras el asesinato del Gerente, Juan Coelho ocupó el cargo en la
sucursal del Banco Provincia en Azul, siendo él quien dos años después la
cerraría, por quiebra.
Al comenzar el nuevo siglo, el “Café Colón” pasó a manos
de su nuevo propietario, Juan Pedro Torras, dueño también del
“Hotel Argentino” -en la vereda este
de Burgos y Alsina (Yrigoyen)-, al que pronto vendería para dedicarse
plenamente al Café que convertiría en un mítico sitio reconstruyéndolo desde
los cimientos e instalando hasta una sala cinematográfica.
A la izquierda, "Hotel Argentino" de Juan Pedro Torras.
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