sábado, 11 de julio de 2020

Ochenta años del monumento a Bartolomé Mitre

Ochenta años del monumento a Bartolomé Mitre



Por Eduardo Agüero Mielhuerry

El monumento a Bartolomé Mitre que se emplazó en el cruce de la Avenida homónima y la 25 de Mayo, fue inaugurado el martes 9 de julio de 1940 (originalmente iba a ser descubierto el 26 de junio, en el 119° aniversario del natalicio del ex Presidente). El acto popular fue organizado por la “Comisión de Fomento de la Avenida Mitre”, que, presidida por el Sr. Luis Laurencena, concretó la adquisición de la estatua que había sido proyectada a mediados de 1921 y por diversas razones se había demorado.
La bendición del monumento estuvo a cargo del obispo monseñor César Antonio Cáneva. Los padrinos del acto fueron Miguel Castellár, Pablo Acosta e Ignacio Gurruchaga y sus respectivas esposas. En la oportunidad, en nombre del Intendente Agustín Carús hizo uso de la palabra el profesor Teófilo Farcy.
La piedra fundamental había sido colocada el 26 de junio de 1921, por la primera Comisión Pro Monumento, cuyo presidente fue el Dr. Ernesto Larrain, desempeñándose como secretarios los doctores Juan Prat, José María Caputti Ferreyra y Carlos A. Leiva, destacándose entre los vocales vecinos como Eduardo Naulé, Antonio Blanco Unzué, Esteban Louge, Lorenzo y Félix Piazza, Luis Robin, Enrique Squirru, Gumersindo Cristobó, Juan P. Torras y César Cáneva.           
Años más tarde, el martes 21 de mayo de 1974, el personal de la Intendencia Municipal procedió al traslado de la estatua a la vereda de la Escuela N°17, que lleva el nombre del prócer.
Así se dio cumplimiento al 5° artículo de la Ordenanza de Tránsito y Estacionamiento, originada en el bloque del FREJULI, que el Concejo Deliberante sancionó (con la oposición de la UCR) y que el Intendente Juan Carlos Peralta Reyes promulgó. El referido artículo establecía que el monumento debía ser “trasladado al veredón de la Escuela 17 con la ceremonia y honores que correspondan”.
            Sin embargo, no hubo ni ceremonia ni honores, pues el personal municipal, con el apoyo de pesada maquinaria, cumplió con la tarea. La estatua fue enganchada a la grúa con sogas cruzadas a la altura del torso y en torno al cuello, de ahí que al quedar pendiendo del brazo de la máquina daba la patética sensación de un ahorcado. El traslado, que fuera seguido por múltiples vecinos, resultó un espectáculo agraviante sin igual a la imagen del ilustre argentino… Pero hubo más. Como el basamento en su nueva ubicación no había fraguado, la estatua del General Bartolomé Mitre fue dejada en el suelo y atada con una soga a un árbol hasta el día siguiente.
El 26 de junio de 1974 se realizó el acto de homenaje del nuevo emplazamiento de la estatua de Bartolomé Mitre en la vereda del establecimiento educacional, coincidiendo el mismo con el 123° aniversario del  natalicio del patricio.           La Escuela Nº 17 lleva el nombre del ex Presidente desde el día 28 de octubre de 1934, en buena parte por iniciativa de la docente Ernestina Darhanpé de Malére.
           

En los pagos azuleños…


Bartolomé Mitre nació en la ciudad de Buenos Aires, el 26 de junio de 1821. Fue hijo de Ambrosio Mitre (el apellido, de raíz griega, era originalmente Mitropoulos) y Josefa Martínez, y tuvo dos hermanos, Emilio y Federico.
Su trayectoria como periodista, militar y político es ampliamente conocida y estudiada. Sin embargo, resulta interesante repasar los momentos en que Mitre estuvo en nuestro pueblo dirimiendo el rumbo que finalmente, como eco de lo acontecido en estos pagos, tomarían la provincia de Buenos Aires y en definitiva la República Argentina.


Azul, el Cuartel General de Operaciones


A mediados del siglo XIX, la sublevación de los pampas llegó hasta lugares que nunca antes lo había hecho. Los daños producidos a las diversas poblaciones atacadas, los arreos de ganado y las cautivas, plantearon un cuadro sumamente complejo. Todo ello determinó que el Ministro de Guerra, Coronel Bartolomé Mitre, se establezca en nuestra ciudad, que por decisión del gobierno bonaerense quedó constituida en Cuartel General de Operaciones, el 1 de mayo de 1855. Así comenzó una importante sucesión de vinculaciones permanentes entre el multifacético Mitre y el pueblo del Azul, que desde entonces se convirtió en su defensor y admirador.
Mitre se estableció en el Hotel “De los Catalanes”, ubicado frente a la Plaza Mayor (hoy San Martín; en la esquina de las calles  IX y XXVI, es decir, San Martín y Colón, más precisamente donde está el edificio “Marchisio”), permaneciendo en nuestra localidad por poco más de un mes y medio.
El hábil Coronel suponía que el conflicto con los pueblos originarios iba a ser una cuestión fácil de resolver, sin embargo, se equivocó rotundamente. En Sierra Chica, los sublevados obtuvieron una importante victoria, obligando a Mitre y sus tropas a retornar en una ordenada y “honrosa” retirada, que se produjo en horas de la noche, dejando parte importante de la caballada y los fogones prendidos en el campamento, para ocultar, con éxito ante los indios, la operación. Casi doscientas cincuenta fueron las bajas en las tropas mitristas y el Comandante, ofuscado, no dudó en destacar la desorganización de los Guardias Nacionales que estaban acantonados en Azul y habían marchado con él. Este duro enfrentamiento se produjo el 30 de mayo de 1855 y pasó a la historia como combate o derrota de Sierra Chica, siendo objeto de pugna entre los antagonistas de la época, quienes la magnificaron o minimizaron según la conveniencia.
A mediados de junio, Mitre dejó atrás Azul, sin embargo, no por mucho tiempo. Unos años después, las relaciones entre el Estado de Buenos aires y la Confederación Argentina -liderada por el Presidente General Justo José de Urquiza-, llegaron a un punto de inflexión.
En enero de 1856, Mitre y sus hombres habían perseguido a partidarios de Urquiza dentro del territorio santafesino en un acto que fue considerado como una invasión y que reactivó los conflictos.
Ambos bandos pusieron más de una vez en el campo de batalla a sus indios aliados, es decir, las lanzas de Catriel, leales a Mitre, y las de Juan Calfucurá, seguidoras del entrerriano. Pero, además, más allá de las lealtades con sus respectivos Generales, ambas tribus  jugaban sus propias cartas de revancha. Cabe resaltar los planes de Calfucurá expresados en una misiva a Urquiza: “…mi objeto ha sido entretener al Comandante del Azul con promesas de paz, y engañar con buenas palabras a los pampas a quienes quiero pronto hacerles la guerra…”.
Cuando la guarnición militar de Azul estaba en permanente movilización operativa, y ante el peligro de un ataque a 25 de Mayo, todas las tropas de frontera se concentraron para su defensa y Catriel quedó interinamente a cargo de la Comandancia de la Guarnición Azul. Mitre depositó toda su confianza en la lealtad de Catriel y éste no le falló.


Azul, Mitre y su Revolución del ’74


Ocupado en su carrera política y militar, Bartolomé Mitre se mantuvo alejado de Azul por un lapso prolongado de tiempo… Empero, la gravitación de nuestro pueblo como límite fronterizo y eje comercial, volvió a captar su atención. La victoria en las elecciones presidenciales del 12 de abril de 1874, de la fórmula oficialista encabezada por Nicolás Avellaneda, generó un nuevo foco de conflicto. Acusando al gobierno de haber falseado los resultados, los partidarios de Mitre se prepararon para la “Revolución”. La misma estalló 23 de septiembre.
La revolución fue encabezada por Mitre en la provincia de Buenos aires y por el General José María Arredondo en las provincias del interior, contra las autoridades elegidas que en octubre les correspondería asumir. El principal rebelde en el interior bonaerense, mitrista a rajatabla, fue el general Ignacio Rivas, al frente de las tropas de Azul y respaldado por los indios leales del Cacique Cipriano Catriel. Rivas junto a Juan Andrés Gelly y Obes lograron reunir cerca de cinco mil hombres, los cuales el 26 de octubre quedaron al mando de Mitre.
            Por su parte, el General José Miguel Arredondo sublevó la frontera sur de la provincia de Córdoba y avanzó hacia Mendoza, ocupando esa ciudad. Luego marchó hacia Buenos Aires, pero fue derrotado por Julio Argentino Roca en la batalla de Santa Rosa.
El general Bartolomé Mitre, se dirigió con sus fuerzas primero al Fortín La Barrancosa (Azul por entonces, Benito Juárez actualmente). Allí estuvo unos días para luego marchar al Fuerte de la Blanca Grande. El 26 de noviembre atacó a las tropas del Teniente Coronel José Inocencio Arias, en la batalla de “La Verde”. La caballería de Mitre fue destrozada por la infantería de Arias.
Una semana más tarde, Mitre se rindió en Junín junto a sus oficiales, siendo arrestados y sometidos a un Consejo de Guerra y dados de baja del Ejército. Al parecer, Mitre, que siempre había proclamado que “la peor de las votaciones legales vale más que la mejor revolución…”, por aquellos días se había olvidado de sus propias palabras…


En el “Año del General”… su primer historiador…


Durante un breve paso por la cárcel, Mitre inició la escritura de su primera obra maestra historiográfica: “Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina”. Se trata de una biografía de Manuel Belgrano (que incluye la primera parte de la autobiografía del prócer), pero ampliada a toda la Guerra de la Independencia Argentina, donde aquél estuvo involucrado. Fue publicado en 1857 y resultó el primer libro sobre la historia de Argentina, y como tal fue el punto de partida de la historiografía de nuestro país, originando la denominada corriente historiográfica “oficial" o “mitrista”. Cuando se editó, el libro generó controversias entre el autor y Dalmacio Vélez Sarsfield y Juan Bautista Alberdi.


El final


            Controversial como pocos, amado y odiado por igual, despertó pasiones singulares a través de su accionar. A los 84 años de edad, Bartolomé Mitre falleció el 19 de enero de 1906. Una multitud acompañó el cortejo fúnebre hasta el Cementerio de la Recoleta, donde descansan sus restos.





(ARCHIVO EL TIEMPO)
            El 9 de julio de 1940, en el cruce de las avenidas 25 de Mayo y Bartolomé Mitre se inauguró el monumento al controvertido prócer argentino.







(ARCHIVO MARCOS DELUCA)
            Vista del monumento a Mitre y la antigua avenida 25 de Mayo.

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