domingo, 25 de octubre de 2020

Hombres de honor

                                           Hombres de honor

 

 

Por Eduardo Agüero Mielhuerry    

 

Alfredo Prat nació en Azul el 2 de abril de 1905. Sus padres fueron Pedro Prat y Luisa Saparrat. Tuvo siete hermanos: María, Juan, Rodolfo, Pedro, Amelia, Fermina y Ernesto.

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional “Esteban Echevarría”. Con apenas veintitrés años, el 22 de agosto de 1928, se graduó como abogado en la Universidad de Buenos Aires, habiendo hecho la carrera en nada más ni nada menos que tres años. Cabe agregar que un tiempo antes ya se había recibido como escribano. Consagrado a su profesión, pronto empezó a trabajar en el Estudio Jurídico que había fundado -allá por septiembre de 1918-  su hermano Juan, al que luego se sumó Rodolfo.

Su férrea, exigente e inclaudicable formación moral marcó su impronta personal en cada uno de sus actos y acciones. De profunda fe democrática y sólidos principios republicanos, hizo con lealtad y entrega su vida política cimentando su labor en los principios de la Unión Cívica Radical. Convencido de servir mejor desde allí a su patria y a su pueblo, eligió ese signo partidario cuando no era, por cierto, carrera brillante la de político opositor y dedicó años y años a predicar con la austeridad y el ejemplo de las bondades del diálogo y la democracia.

            Como todos sus hermanos, fue un gran apasionado por el fútbol. La camiseta albinegra tuvo un peso trascendental para él, hasta el punto de llevarlo a ejercer la Presidencia del Club Alumni Azuleño entre 1930 y 1931.

Al mismo tiempo, halló cauce a su vocación de servicio integrándose al Rotary en 1931, la misma institución que un día, tras una larga actuación, lo vio alejarse temporalmente para luego reincorporarse. Así entendió su quehacer, pues prefería dejar el camino libre en lugar de ocuparlo sin sentirse conforme con su propio desempeño. El Rotary lo comprendió y decidió declararlo socio honorario por unanimidad de sus pares, porque así se lo distinguió por sus enormes esfuerzos al servicio de su comunidad, entregado a los valores esenciales de la vida.

El 1 de julio de 1932 contrajo matrimonio con la azuleña María Emelia Fernández, con quien tuvo dos hijos: Alfredo Ernesto y Adolfo José.

En la década del ’30 fue electo miembro del Concejo Deliberante, bancada desde la cual, sin exagerar ni claudicar, defendió los principios y valores del “yrigoyenismo”, destacándose por su capacidad discursiva medida en conceptos de profundos contenidos.

 

 

Dos candidaturas difíciles…

 

 

Después de los acontecimientos del 17 de octubre de 1945, la historia del país comenzó a dar un vuelco drástico hacia una nueva concepción política y social que devino en la elección del coronel Juan Domingo Perón como Presidente de la República Argentina.

El Dr. Alfredo Prat se presentó como candidato a Intendente en las elecciones del 14 de marzo de 1948, enarbolando las banderas de la U.C.R. En la otra vereda, con apenas 27 años y al frente del incipiente Partido conducido por el ascendido general Perón, se presentó el abogado Ernesto María Malére. Los discursos políticos fueron sumamente profundos, pero la suerte estaba echada y el “huracán” peronista arrasó también en Azul. Alfredo Prat conquistó el segundo puesto con 3.891 votos, mientras que Malére se alzó con el triunfo gracias a los 5.019 sufragios obtenidos.

Una derrota semejante podía desmoralizar a cualquiera, sin embargo, el Dr. Prat continuó luchando por el beneficio de la comunidad desde la simple actuación partidaria, que en su caso significó el más amplio reconocimiento por sus aptitudes.

La “Revolución Libertadora” intentó cambiar el rumbo del país derrocando al Presidente Perón. Peor aún, trató de aniquilar todo lo referido al peronismo. Por su parte, en nuestra ciudad, el intendente Alberto Rubens López Claro (segundo mandatario peronista azuleño), también fue destituido. Sin embargo, la historia terminó demostrando que el nuevo Partido político llegó para quedarse.

Entre 1956 y 1960, Alfredo Prat fue Presidente del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Azul y vicepresidente del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires. Su dilatada trayectoria al frente del estudio familiar lo perfiló como un trabajador incansable y metódico, merecedor de cada uno de los puestos que la vida lo llevó a ocupar con sobrada eficiencia.

            En pleno clima de futuras elecciones la proscripción del peronismo molestaba a muchos de los partidarios de la ciudad, quienes intentaban reorganizar y afirmar el funcionamiento del aparato peronista. La Unión Cívica Radical, por su parte, se fragmentó en U.C.R. Intransigente y U.C.R. del Pueblo, intentando ofrecer una alternativa de gobierno que restableciera el orden constitucional. La tarea no fue sencilla. Por un lado, el Peronismo se constituía en la fuerza con mayor caudal electoral, pero si para triunfar se pactaba con ellos (“los proscriptos”), los militares, actuando como árbitros, hacían su entrada en escena. Por el contrario, si no se pactaba con el Peronismo, el poder resultaba endeble y los “árbitros” volvían a intervenir. Así se planteaba el gran dilema argentino, problema que no halló solución en lo inmediato y desembocó en los más oscuros conflictos. 

            En las elecciones del 23 de febrero de 1958, las alternativas locales giraban en torno a dos destacados vecinos. Por un lado, Amado Diab se candidateó a Intendente por la Unión Cívica Radical Intransigente, mientras que Alfredo Prat se presentó nuevamente como candidato por la Unión Cívica Radical del Pueblo. Las urnas dieron su veredicto, consagrando presidente de la República al Dr. Arturo Frondizi e intendente a Amado Diab, ambos del mismo Partido.

Sin claudicar, Prat continuó su lucha desde la actuación partidaria.

Años más tarde, cuando el doctor Arturo Illia alcanzó la Presidencia y se constituyó en la esperanza de cuajar un aglutinante patriótico con sentido democrático, al calor de la acción popular, el doctor Alfredo Prat jugó un papel trascendente para los bonaerenses…

 

 

Presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires

 

 

El 12 de octubre de 1963, el Dr. Anselmo Marini, de la U.C.R. del Pueblo, asumió la Gobernación de la provincia de Buenos Aires, acompañado por el Dr. Ricardo Lavalle como vicegobernador.

            El Dr. Marini convocó al renombrado dirigente azuleño para hacerle una interesante propuesta con dos alternativas. Muchos presumieron que Prat escogería el Ministerio de Asuntos Agrarios, dados sus conocimientos en la materia y su pasión por el campo. Empero, para sorpresa de los especuladores,  eligió la Presidencia del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Estuvo al frente de la Institución desde el 8 de noviembre de 1963, nombrado por Decreto 419/63 del Ejecutivo bonaerense.

La rectitud en el manejo de los instrumentos de crédito de la Institución hizo que ésta lograra una adecuada expansión, privilegiando sectores claves como la vivienda popular, el crédito general hipotecario, las facilidades al sector agropecuario y, en general, al desarrollo del interior de la provincia.

La elección del viejo profesional y honesto militante de Azul no podía haber sido más apropiada. Trajo a su actuación bancaria la solidez de sus conocimientos universitarios, la contundencia de una conducta sin dobleces, la afabilidad de un trato llano y amistoso para con todos y una larga tradición familiar de mano abierta al trabajador.

En lo que hace específicamente a su gestión al frente del Banco, cabe mencionar su dedicación a resolver aspectos que consideró vitales para su buena marcha, cuales fueron el otorgamiento de adecuados regímenes de vivienda a sus empleados y la instrumentación de servicios sociales que aún hoy son modelo. Por solo mencionar un ejemplo, fue el creador del Jardín Maternal de  la Casa Central de la Institución.

            La Ley 7002/65 modificó la Carta Orgánica del Banco de la Provincia y por su intermedio dispuso que, el 50% de las utilidades netas de la institución, se reinvirtiesen en el acrecentamiento de la cartera hipotecaria de la misma; esta medida posibilitó mejorar ostensiblemente la financiación de los diversos planes de vivienda del Gobierno. Además, su política crediticia fue de impulso para todas las manifestaciones productivas. En 1965 los créditos de la sección bancaria aumentaron en 17.578 millones de pesos con respecto a al año anterior. En el mismo período, la cartera de crédito hipotecario llegó a 9.259 millones de pesos mientras que en 1964 había sido de 5.037 millones.

            Durante su gestión la entidad financió y construyó 23.500 unidades habitacionales, incluidas 686 entregadas en Azul, de las cuales 498 fueron consecuencia de planes individuales y 188 del Barrio General Martín Miguel de Güemes. Vaya uno a saber por qué designio, el gobierno al que le tocó inaugurar el barrio (7 de noviembre de 1970), prefirió ponerle el nombre del militar salteño, antes que el del Dr. Alfredo Prat que fuera su impulsor. Es importante hacer la salvedad que por años el barrio fue conocido como “Barrio Banco Provincia”. En cambio, como justo homenaje, en Miramar, Partido de General Alvarado, un barrio de similares características al azuleño, lleva merecidamente el nombre de nuestro ilustre coterráneo. 

            En las filas internas de la Unión Cívica Radical, cuando se confiaba en que el orden constitucional no sería interrumpido nuevamente, se comenzaron a barajar dos nombres como posibles candidatos a Gobernador de Buenos aires;  por un lado, el brillante orador Dr. Raúl Alfonsín y, por otro, el Dr. Alfredo Prat, que con su gestión al frente de la Institución Bancaria había descollado en el gabinete bonaerense. Lamentablemente todo quedó en simples hipótesis, truncado por el Golpe de Estado de la autoproclamada “Revolución Argentina”, que llevó al poder al general Juan Carlos Onganía.

 

 

Sus últimos años…

 

 

Su trabajo en la función pública y su dilatada trayectoria en la vida política, local y provincial, nunca le restaron tiempo a su esparcimiento en el campo familiar, donde no solo pasaba largas tardes montando a caballo sino ocupándose de múltiples labores rurales junto a su núcleo familiar.

Todo su obrar jugó al ritmo de su fuerte, pero afable personalidad.

Fue miembro del Directorio y de la Comisión de Vigilancia del “Nuevo Banco de Azul”. Asimismo, fue parte de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular de Azul “Bartolomé J. Ronco”.

Alfredo Prat fue Convencional Nacional en 1972 y Presidente de la Comisión de Asuntos Agrarios del Comité de la Unión Cívica Radical de la Provincia desde 1972 a 1974. Actuó como Presidente de la U.C.R. local en varias oportunidades y en los periodos 1972/74 y 1974/76, desarrollando una activa participación cuando la situación política de la argentina volvía a transitar por oscuros senderos, sin lograr afirmarse en la democracia apenas sostenida.

La profesión que eligió a muy temprana edad lo llevó a destacarse y ser electo Delegado a la Federación Argentina de Abogados. De la misma manera, fue Conjuez de la Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. Al haber sido educado en el seno de una familia de profesionales puestos al servicio del bien común, jamás entendió la función pública como un premio sino como una enorme responsabilidad.

Con una lucidez sin igual, evitando pasar a ser un elemento pasivo dentro de la sociedad, con tenacidad continuó ejerciendo como abogado hasta alcanzar sus 80 años de vida.

            Alfredo Prat falleció el 30 de octubre de 1985, siendo sepultado en el Cementerio Municipal.
   

Alfredo Prat



Dos esculturas…

             Al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento del Dr. Alfredo Prat se le rindieron múltiples homenajes. El más importante se llevó a cabo en la lluviosa mañana del 30 de octubre 1986, en el Barrio Martín Miguel de Güemes, donde fue descubierto un busto en la esquina este de las calles Brasil y Colombia.

            Con un importante marco de público, entre los que se contaban concejales, funcionarios, correligionarios políticos, familiares y amigos,  la escultura realizada por el artista plástico Carlos Abelardo Pérez Ortiz, fue descubierta por la viuda de Prat, doña María Emelia Fernández y su hijo, Alfredo Ernesto Prat.

            Inmediatamente, el intendente municipal Profesor Rubén César De Paula depositó una ofrenda floral a los pies del monumento e hizo uso de la palabra, marcando con emotividad el fructuoso camino trazado por el destacado profesional.

            Años después, tras múltiples roturas causadas por el absurdo vandalismo, un incierto día el busto fue retirado y aunque todos anunciaban que pronto sería repuesto en su ubicación original, nunca más se supo de su destino.

            El 9 de diciembre de 2011, el doctor Omar Arnaldo Duclós, junto a familiares y amigos del extinto Alfredo Prat, descubrieron un nuevo busto del ilustre azuleño. La obra, que en esta oportunidad fue ejecutada por el escultor Sebastián Del Prado, fue emplazada en la calle Chile entre Colombia y Venezuela.



Busto ubicado en el Barrio Güemes


De tal palo…

 

 

Alfredo Ernesto Prat, hijo de Alfredo Prat y María Emelia Fernández, fue Martillero Público y Corredor y, al igual que su padre, un activo militante de la Unión Cívica Radical a la que pronto abrazó con absoluta convicción propia. Abrazando sus banderas, realizó una importante carrera política en medio de complejos vaivenes políticos.

Contrajo matrimonio con Sara Haydée Sabella. Tuvieron cuatro hijos María Florencia, Leandro Alfredo, Natalia Daniela y Mercedes Soledad.

Fue concejal por el Partido de Azul y candidato a intendente; productor agropecuario y presidente del Rotary Club “Pedro Burgos”.

            En 1991 fue electo Diputado Nacional, cargo que ejerció hasta 1995. Desde su bancada propulsó un centenar de proyectos, entre ellos varios ligados a la educación, tal como el mantenimiento de la ciudad como sede de la jefatura de la región educativa y la asignación de fondos para la refacción y ampliación del Colegio Nacional “Esteban Echeverría”. Asimismo, ante los graves problemas hídricos de la provincia de Buenos Aires, a los cuales Azul no estuvo ajena, propuso la declaración de interés y prioridad nacional de las obras de dragado de ríos y arroyos provinciales.

            Para mostrar sus férreas convicciones, alcanza con mencionar que votó negativamente las privatizaciones de Gas del Estado, Y.P.F., Caja Nacional de Ahorro y Seguro y Banco Nacional de Desarrollo. Igualmente votó en contra de la jubilación privada y con disidencias parciales la Ley Federal de Educación, como posición unánime del bloque de la U.C.R.

En beneficio exclusivo de Azul, Prat fue autor del proyecto por el cual la “Expomiel Azul” fue declarada “Fiesta Nacional de la Miel”, reconocimiento efectuado por la Secretaría de Turismo de la Nación.

En consonancia con su manera de ejercer la actividad política, nunca recibió haber jubilatorio una vez concluido su mandato.

Gran conocedor y apasionado por el boxeo, hincha de River Plate, seguidor del ciclismo y el básquet, amante del campo, en sus últimos años dejó prácticamente todo de lado para abocarse absolutamente a la política de la cual era un perspicaz analista.

            No volvió a ocupar cargos públicos, pero tampoco dejó de ser un hombre de consulta y un punto de referencia para los jóvenes radicales quienes siempre recibían de él un consejo bienintencionado y una anécdota ejemplar. Pero, lamentablemente, hubo “un día negro”… En la mañana del 19 de octubre de 2000, Alfredo Ernesto Prat, de 67 años de edad, tomó la trágica decisión de ponerle punto final a su vida con un disparo.



Alfredo Ernesto Prat





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