domingo, 24 de enero de 2021

Arquitecto de un universo propio

Arquitecto de un universo propio



Por Eduardo Agüero Mielhuerry



            Juan Carlos Di Bernardi nació en Azul, el 24 de junio de 1935. Sus padres fueron Salvador Di Bernardi y Julia Esther Villa Ibarborda. Tuvo dos hermanos: Raúl José y Lilia Edith.

            Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional “Esteban Echeverría”, del cual egresó como Bachiller.



El ejemplo del padre…

 

 

         Salvador Di Bernardi, siendo muy joven, en 1928, había fundado una empresa constructora (con escritorio en la calle Entre Ríos Nº 312) y poco después abrió un corralón de materiales de construcción con fábrica de mosaicos, herrería, carpintería de obra y hasta horno de ladrillos. Los emprendimientos de Di Bernardi marcaron el pulso de la ciudad. De hecho, la empresa constructora llegó a ser la segunda en importancia de Azul con un extenso rosario de obras edificadas.

           Entre los años 1949 y 1961, Juan Carlos integró la oficina técnica de la Empresa Constructora de su padre. Y una vez graduado, dedicaría sus primeros diez años de arquitecto a la dirección, en carácter de copropietario, del corralón de venta y distribución de materiales para la construcción.

En el invierno de 1952, Alberto López Claro creó la “Peña de Almas Pan”, integrada por unos quince jóvenes atraídos por su personalidad y bajo su influjo paternal, quienes se reunían para reflexionar sobre el arte en su hogar de la avenida Mitre Nº 410. Juan Carlos formó parte de ese selecto grupo…

Por aquellos años, Juan Carlos había iniciado la carrera de arquitectura, pues ya desde pequeño el ejemplo de su padre, estrechamente vinculado con la construcción, lo había maravillado. A pesar de ser un alumno brillante, pues alcanza con destacar que durante cuatro años consecutivos mantuvo el promedio más alto de la carrera, vio demorado su egreso por dos razones fundamentales: por un lado el trabajo y por el otro, por sobre todo, el cuidado de sus padres y la consolidación de su propia familia.

En su condición de estudiante avanzado logró que uno de sus trabajos fuera seleccionado para ser presentado al Congreso Mundial de Arquitectura. Gracias a su talento y su enorme capacidad integró diferentes cátedras universitarias.

  

Construyendo una familia

 

 

El sábado 26 de enero de 1963, en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario, Juan Carlos contrajo matrimonio con Nilda Nidia Pitrelli (hija de Salvador Filiberto Pitrelli y Rosa Álvarez).

La pareja tuvo cuatro hijos: Carlos Alejandro (18 de febrero de 1964), Adriana María Silvia (7 de mayo de 1965), Gabriela María José (14 de enero de 1967) y Guillermo Federico (8 de mayo de 1974).

 

Construyendo un universo…

 

El 19 de abril de 1968 se recibió de arquitecto en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.

Asimismo, algunos años más tarde fue invitado a conformar uno de los estudios más prestigiosos de Santiago de Chile. Sin embargo, ante el delicado estado de salud de su padre y para consolidar su propia familia, declinaría la tentadora oferta.

Los hermanos Juan Carlos y Raúl José Di Bernardi conformaron un “Estudio de Arquitectura”, del cual fue un importante colaborador Oscar Enrique Disalvo.

Juan Carlos fue coautor y autor de más de cuatrocientas obras, participando como director técnico y/o ejecutivo en más de la mitad de ellas, entre las que se destacaron viviendas familiares y multifamiliares; complejos hoteleros, hospitalarios y deportivos; centros comerciales, clubes de campo, plantas industriales, silos y construcciones rurales, entre otras obras de planeamiento e infraestructura extendidas por Azul, Chillar, Cacharí, Tandil, Olavarría, Necochea, Tapalqué, Benito Juárez, Las Flores, Coronel Suárez, Mar del Plata, General Lamadrid, San Isidro, Claromecó y Capital Federal.

Tan sólo en Azul construyó más de un centenar de viviendas familiares y remodeló otras tantas, cifras a las que añadió más de una docena de edificios de departamentos que todavía se destacan en la geografía urbana azuleña.

Ante el impulso que diera la Caja de Previsión Social para Abogados -con asiento en La Plata- a los Colegios Departamentales, en 1964, se convocó a concurso para el Anteproyecto del edificio del Colegio de Abogados de Azul. Resultó ganador el proyecto diseñado por Juan Carlos, quien como aún no se había recibido de arquitecto, pudo participar mediante la ayuda de su hermano Raúl José, quien firmó los planos y se inscribió bajo el pseudónimo “Collegi degli Ávoccatti”.

Además, participó en obras relevantes como las antiguas Galerías Alsina y Piazza, pioneras para la época. También fueron significativas las reformas que realizó en el Balneario Municipal de Azul, las cuales derivaron en la creación de la isla, y la ampliación del sector de bañado.

 


Obras y proyectos por la salud

 

 

En 1971 Juan Carlos se incorporó al plantel de la Zona Sanitaria IX, con sede en Azul. El equipo de trabajo estaba conformando por los doctores Antonio Leopoldo Lapenta (Coordinador), Julio Eugenio Cordeviola (secretario Técnico), José María D’Alessandro (secretario Administrativo), Olga Carmen Del Riego (jefe de Estadística).

Siendo jefe del Departamento de Mantenimiento desde 1972, tuvo a su cargo mejoras y otras construcciones en edificios e instalaciones hospitalarias de los partidos de Azul, Bolívar, General Alvear, General Lamadrid, General Laprida, Las Flores, Olavarría y Tapalqué.

Por su iniciativa se conformó el Departamento de Construcciones Hospitalarias del Ministerio de Salud, siendo supervisor de obras y proyectos en los ocho partidos de la jurisdicción, más tarde extendidos a diez con la inclusión de Rauch y Coronel Suárez.

Con múltiples obras ejecutadas en una veintena de hospitales públicos, contribuyó claramente en aspectos de infraestructura, pero desde ellos procuró incidir favorablemente en las prestaciones de salud. Entendiendo que aún en situaciones críticas y/o terminales, vinculadas a los tradicionales tratamientos que se brindan en áreas de terapia intensiva, toda persona debe poder estar rodeada de sus familias y afectos, se dedicó a proyectar con una lógica distinta a la entonces imperante. Así, pensó en las personas que por motivos sanitarios debían usar las instalaciones, pero centradas en sus contextos familiares.



A.P.A.N.DE.

 

Con empeño, responsabilidad y dedicación fue cofundador en 1968 e integrante de la comisión -hasta 1980- de la Asociación Pro-Ayuda al Niño Deficitario (A.P.A.N.DE.).

En dicha institución fue asesor y vicepresidente en dos períodos. Bregó por la compra y restauración del edificio que actualmente ocupa la Escuela Especial Nº 504, demostrando siempre su responsabilidad y respeto por el alumno diferente.

Más tarde, en asamblea, fue designado Presidente Honorario de la institución a la que en definitiva, de una u otra manera, siempre estuvo vinculado.

  

Internas radicales…

 

En medio de complejos vaivenes políticos, el presidente de facto teniente general Alejandro Agustín Lanusse convocó a elecciones. Así, una luz de esperanza comenzó a vislumbrarse a finales de 1972.

El domingo 26 de noviembre se realizaron comicios internos en la Unión Cívica Radical. Dos precandidatos a intendente se presentaron representando a diferentes vertientes del radicalismo. Por un lado Pedro Armando López, quien encabezó la lista por el Movimiento de Renovación y Cambio, y Juan Carlos Di Bernardi, representando al Movimiento Cambio en Paz.

Los comicios dieron como resultado la victoria de Di Bernardi, tras lo cual, para el armado de la lista de la U.C.R. -para las elecciones del 11 de marzo del año siguiente- cada dos candidatos de la lista triunfante fue intercalado uno de la que resultó vencida. Asimismo, la lista de candidatos a diputados provinciales del la Séptima Sección quedó compuesta en primer y tercer término por los azuleños Balbino Pedro Zubiri del Movimiento Renovación y Cambio, y Antonio Héctor Deluca del Movimiento Cambio en Paz, respectivamente.

 

Dinámicas del contexto…

  

En una breve campaña, los azuleños Juan Carlos Peralta Reyes -por el justicialismo-, y Juan Carlos Di Bernardi, se enfrentaron en encendidos discursos buscando alcanzar la intendencia del Partido de Azul. Por su parte, Amelia Esther Prat encabezó la lista de candidatos a concejales y Néstor M. Ronchetti como primer candidato a consejero escolar, ambos por el radicalismo.

En aquel contexto, Juan Carlos Di Bernardi, de 37 años de edad, lejos estuvo de contar con un escenario ideal. Finalmente, el domingo 11 de marzo todos los argentinos concurrieron a las urnas para expresar su voluntad. El doctor Peralta Reyes consiguió 14.099 votos contra los 8.321 sufragios de su competidor inmediato, Di Bernardi. En la contienda local, es importante subrayar la participación del Partido Socialista, cuya lista llevó como candidato a intendente al médico cardiólogo Eduardo Cohen Arazi, quien tuvo una destacada actuación siendo el tercer candidato más votado.

Por su parte, en la provincia triunfó el peronista azuleño Dr. Oscar Raúl Bidegain, y en la Nación Héctor Cámpora (quien en breve renunciaría para dar lugar a un nuevo llamado a elecciones presidenciales y el anhelado triunfo del general Perón).

La asunción de las nuevas autoridades se produjo el 25 de mayo de 1973, en un marco de grandes celebraciones…

 

Un matrimonio de Rotarios


En 1972 Juan Carlos se había incorporado al Rotary Club de Azul. En su trayectoria, cubrió funciones de secretario, tesorero, director de asuntos de interés público, director de servicios, y presidente de la comisión de asesores del Rotaract (“Rotare in Action”, jóvenes entre 18 y 30 años de edad), siendo vicepresidente de la entidad en 1976, y presidente en los años 1977/78 y 1984/85. Tuvo oportunidad de ser gobernador distrital, y fue representante del Gobernador Distrital en los años 1980 y 1987.

Su paso por el Rotary Club fue acompañado de su esposa, Nilda Nidia Pitrelli, quien compuso la entonces Rueda Femenina, desde donde impulsó el espacio de juegos para niños en la Plazoleta “Adolfo Alsina”, como así también el llamado “Banco de anteojos”.

Juan Carlos se retiraría de la entidad por razones de salud, siendo designado como Socio Honorario y recibiendo, además, la distinción “Paul Harris”, un reconocimiento que la institución brinda en carácter de homenaje y agradecimiento a quienes realizan contribuciones notables y de envergadura mundial.

 

¿A la mesa de Mirtha?

  

            Los hermanos Di Bernardi participaron activamente en la realización de las IX Jornadas Nacionales de Arquitectos, concretadas en Azul en el año 1978.

            Juan Carlos fue un ferviente impulsor y trabajador, y Raúl José fue el vicepresidente de la Comisión organizadora, la cual contó con la Presidencia Honoraria de Amancio Williams (1913 - 1989), arquitecto del Movimiento Moderno Argentino, uno de los más importantes de la primera mitad del siglo XX, conocido por sus realizaciones teóricas y por haber diseñado la Casa sobre el arroyo (“Casa del Puente”), en Mar del Plata.

            Las actividades se desarrollaron durante siete días consecutivos y contaron con la participación de más de trescientos profesionales de todo el país.

            Así como había sucedido al tiempo de haberse inaugurado el Colegio de Abogados de Azul, la ya famosa Mirtha Legrand invitó a Juan Carlos por segunda vez a su programa televisivo “Almorzando con Mirtha Legrand”. Sin embargo, él nuevamente declinó la propuesta…

  

De cara a la comunidad

  

En su afán progresista, también contribuyó al desarrollo de diversas entidades de bien público, siendo integrante y/o asesor de organizaciones tales como la Comisión Municipal de la Avenida Costanera, la Comisión Municipal Cementerio y la Comisión de Apoyo al Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru”, entre otras similares.

Fue docente de las cátedras de Arquitectura y Geometría Descriptiva en el Ciclo Superior de la Escuela Nacional Técnica N° 1 de Azul durante 1976 y 1977, años en los que además asumió condición de jefe del Departamento de Docentes.

En 1978 se creó mediante el Decreto Nº 202 la Comisión de Apoyo a la Comisión Administradora del Teatro Español. Su misión primordial era cubrir aspectos técnicos de la obra de restauración que se estaba llevando a cabo.

Estuvo integrada por profesionales de la arquitectura y la ingeniería locales. Funcionó hasta realizar un dictamen del estado de las instalaciones, luego fue continuada por los distintos directores técnicos de la obra. En ella estuvieron los hermanos Juan Carlos y Raúl Di Bernardi, entre otros tantos profesionales destacados.

También Juan Carlos fue tasador del Banco de la Provincia de Buenos Aires desde 1968. Fue cofundador de la Sociedad de Arquitectos de Azul en 1977, y presidente de la entidad en 1979. En reiteradas ocasiones, círculos profesionales de pertenencia lo eligieron para misiones de relevancia, por ejemplo en el marco de jornadas nacionales de desarrollo arquitectónico.

Fue fundador y asesor técnico de dos cooperativas de vivienda.

 

Entre Salamone y Di Bernardi

 

Entre sus labores, se destaca el diseño del entorno del Cristo (realizado por Santiago Chiérico, siguiendo modelos diseñados por el ingeniero y arquitecto Francisco Salamone) y el Vía Crucis que presiden el acceso principal a la ciudad desde Ruta Nacional N° 3 por avenida Piazza. El Vía Crucis fue impulsado y donado por el Rotary Club de Azul, y para el cual convocó al artista plástico Francisco Ingrasiotano.

La obra fue inaugurada en 1982 para la celebración del sesquicentenario de la fundación de la ciudad. En la oportunidad, se guardaron documentos en el cofre que se ubica dentro de la pieza fundamental, dejados allí para su apertura en los festejos del bicentenario de la ciudad.

 

Trazos finales


En 1988, Juan Carlos debió ser intervenido quirúrgicamente. Producto de aquella operación sufrió un cuadro de salud complejo, que le restringiría fuertemente el habla, y le provocaría primero una extendida hemiplejia, que más tarde daría lugar a una situación todavía más difícil.

Retirado ya del ejercicio de su profesión y de todos sus círculos sociales de pertenencia, en el año 2000 se mudó con su esposa Nilda Nidia a la ciudad de La Plata, donde ya vivían sus cuatro hijos.

Juan Carlos Di Bernardi falleció el 3 de julio de 2009, a los 74 años de edad. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio de La Plata.






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