domingo, 2 de mayo de 2021

Juan Carlos Peralta Reyes, el amigo del pueblo

 Juan Carlos Peralta Reyes, el amigo del pueblo



Por Eduardo Agüero Mielhuerry

 

 

Juan Carlos Peralta Reyes nació el 7 de noviembre de 1908, en el seno de una familia tradicional de Azul.

Tras cursar el bachillerato en el Colegio Nacional “Esteban Echeverría”, eligió la carrera de Derecho. Se graduó en la Universidad Nacional de la Plata en 1935 y desde entonces se volcó a la profesión con una férrea convicción: ayudar al prójimo.

Al ponerse a disposición de la comunidad azuleña no lo hizo sólo como letrado, sino con el afán de servir a su pueblo desde otros ángulos: el cultural, el político, el social, sin limitaciones de círculo.

Como abogado, la atención de su consultorio jurídico (ubicado en la calle Moreno 521), fue alternada con actividades públicas afines a la especialidad: Juez en lo Civil y Comercial (desde fines de 1947), miembro de la Cámara de Apelación, Asesor letrado de las municipalidades de Las Flores y Olavarría, y directivo del Colegio de Abogados Departamental.

 

 

Nacional y de Fierro

 

 

La Agrupación Artística Maná, el periodismo, el Centro Tradicionalista Fortín del Azul y el Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru” (del cual fuera Director), fueron las vías por las cuales dio escape a sus afanes culturalistas influido por una pasión irrefrenable hacia todo lo autóctono, con José Hernández y su “Martín Fierro” como máximos distintivos.

Precisamente, esta pasión por la obra gauchesca lo llevó a mantener una estrecha vinculación con un “azuleño por adopción” que  descolló atesorando una de las colecciones más importantes de la República. Juan Carlos supo mantener con Bartolomé J. Ronco múltiples charlas en las cuales, más allá de algunos repasos sobre temas jurídicos, lo más interesante resultaba el intercambio de apreciaciones sobre la obra de Hernández.

En el diario “El Tiempo”, Peralta Reyes publicó diversos artículos inspirados en temas históricos y sociológicos. Un rasgo característico de él era, precisamente, la invocación (y memorización fiel) de reflexiones del “Martín Fierro” en cuanta circunstancia hallara propicia: desde la tribuna, en el despacho oficial de la Intendencia o en rueda de amigos.

Otra de las instituciones que lo encontró en sus filas fue el Club Social Azul, cuya presidencia desempeño por dos períodos (1943-1944).

 

De  Radical a Peronista

  

Su inclinación por la política lo llevó a acercarse al grupo de jóvenes radicales que allá por 1934 fundara en nuestra ciudad el “Centro Acción”, canalizando por esa agrupación y su periódico “Ardeo” las ideas cívicas que en el orden nacional impulsaran, entre otros, Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz a través de FORJA (Fuerza de Orientación Radical para la Juventud Argentina); nucleamiento cuyo norte era la lucha franca e implacable contra la dependencia de los intereses monopólicos, la vocación extranjerizante de los círculos culturales y la venalidad imperante en las esferas políticas y gubernamentales. Derrocado el conservadorismo (1943) y nacido el movimiento liderado por el entonces Coronel Juan Domingo Perón, el Dr. Peralta Reyes se sintió plenamente identificado con esa corriente política popular.

Se desempeñó como Comisionado Municipal de Azul desde el 8 de septiembre de 1946 hasta el 31 de octubre de 1947, es decir, dentro del lapso de dos años que medió entre la elección presidencial del ’46 y la de Jefes Comunales. El discurso que el Dr. Peralta Reyes pronunció al asumir como Comisionado fue una estupenda pieza de oratoria y una contribución muy importante a la sólida unión del Peronismo.

 En aquél breve lapso se asentó, en las cercanías de Azul, el Destacamento Naval Azopardo, que ha de ser el anticipo del actual Arsenal Naval. Poco después, se iniciaron los primeros vuelos a Azul de Líneas Aéreas del Estado (LADE), inaugurándose casi en simultaneo el Aero Club Azul.

Asimismo, el Dr. Peralta Reyes, se encaminó a desarrollar la mejora de múltiples espacios públicos como el Parque Municipal y el recientemente creado Balneario Municipal.

Su labor al frente de la Comuna llegó a su fin tras la posibilidad de ingresar a la Magistratura, en la que actuó hasta el derrocamiento del Peronismo llevado a cabo en el ‘55, por la autoproclamada “Revolución Libertadora”.

 

El Intendente electo

 

Los vaivenes y avatares políticos, sociales y culturales que sufrió nuestro país son tristemente célebres. Empero una luz de esperanza comenzó a vislumbrarse a finales de 1972.

Finalmente, el 11 de marzo de 1973 se realizó un nuevo llamado a elecciones en toda la Argentina. El peronismo azuleño logró imponer a su candidato, el abogado Juan Carlos Peralta Reyes, quien consiguió 14.099 votos contra 8.321 del radical Juan Carlos Di Bernardi. Por su parte, en la provincia triunfó el peronista azuleño Dr. Oscar Raúl Bidegain, y en la Nación Héctor Cámpora.

La asunción de las nuevas autoridades se produjo el 25 de mayo de 1973, en un marco de grandes celebraciones. Aquí en Azul, Francisco Toscano mostró su profunda alegría y satisfacción al entregarle el poder a un Intendente elegido por el pueblo, máxime sabiendo que el país en su conjunto retornaba a la senda de la democracia.

Entre los principales colaboradores que Peralta Reyes eligió para su gabinete se destacaron el joven abogado César Alberto Cárdenas quien ocupó la Secretaría de Gobierno y Hacienda, el Dr. José Manuel Inza como titular de la Secretaría de Bienestar Social y el Dr. Ernesto María Malére como Asesor Letrado.

El 20 de junio de 1973 multitudes de azuleños partieron a Buenos Aires para recibir al General Juan Domingo Perón, quien volvía para quedarse tras diecisiete años de exilio.

Impensadamente, la tragedia sacudió a nuestra ciudad. El 19 de enero de 1974 se produjo el audaz asalto de la guerrilla subversiva, más precisamente el E.R.P., contra la Guarnición Militar de Azul, mostrando con crudo dramatismo la violencia desatada. En la defensa del cuartel perdieron la vida el Jefe de los “Húsares de Pueyrredón”, Coronel Camilo Gay y el soldado Daniel González, cayendo gravemente heridos el jefe de la guardia, Teniente 1° Carlos Carullo y algunos de sus hombres, siendo secuestrado (y sacrificado meses después) el Jefe del Grupo de Artillería Blindado Uno, Teniente Coronel Jorge R. Ibarzábal, y asesinada fríamente delante de sus hijos menores, en las últimas instancias del sangriento episodio, la esposa del Jefe, señora Hilda Casaux de Gay.

Los atacantes fueron perseguidos y derrotados. Sin embargo, las consecuencias de este intento de asalto a la Guarnición Azul, llegarían un poco más lejos todavía.

Perón, que había asumido la Presidencia apenas tres meses antes, tomó el episodio como un desafío a su gobierno, como un ataque a las Fuerzas Armadas y como una afrenta personal. Cargó las culpas sobre el entonces gobernador de Buenos Aires, Oscar Bidegain -vinculado a Montoneros- y lo obligó a renunciar. La Provincia, intervenida, pasó a manos de Victorio Calabró, de la UOM.

Luego, en dos mensajes, uno al pueblo y otro a los militares de Azul, Perón habló de "aniquilar" y "exterminar uno a uno" a los guerrilleros a quienes calificó de psicópatas. Por primera vez un Presidente constitucional usaba esos términos para definir el combate contra al flagelo guerrillero.

  

A pesar del viento en contra

  

Más allá de la compleja situación que atravesaba nuestro país, el Dr. Peralta Reyes logró en Azul realizar algunas obras menores que redundaron en beneficios para la comunidad. El Presidente del Concejo Deliberante, el señor Miguel Ángel Diab, presentó como iniciativa la imposición del nombre “Juan Manuel de Rosas” a la plaza “La Tosquera”. El proyecto fue aprobado, sin embargo, la gente continuó denominando a la misma tal y como lo dictaba la costumbre.          

A través de un decreto, se le dio un fuerte empuje al Parque Industrial que había sido proyectado durante la gestión del Intendente designado Francisco Toscano. Además, se organizó la Banda Juvenil de Música Municipal, de donde surgieron importantes músicos de la ciudad y se realizaron las primeras “Justas Sanmartinianas”.

Se creó el Centro de Ayuda al Enfermo Cardíaco y con Marcapasos y, también la Asociación Azuleña de Voleibol.

El 16 de diciembre de 1973 se inauguró una de las obras más importantes de la década: la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales. Y poco después se inició el servicio de alumbrado público a gas de mercurio.

Por otra parte, se produjo la incorporación de 16 de Julio al sistema eléctrico de Azul, lo cual provocó importantes avances para el confort de los vecinos de la pequeña localidad que muchas veces se había visto extremadamente postergada.

  

El comienzo de la más larga y oscura noche argentina

  

El gobierno de Peralta Reyes debía concluir en 1977. La Vicepresidente, Estela Martínez de Perón, había reemplazado a Juan D. Perón tras su fallecimiento. Sin embargo, la situación se tornaba cada vez más insostenible.

La quiebra del orden institucional, ocurrida el 24 de marzo de 1976 con la caída del gobierno de “Isabelita” y el comienzo del Proceso de Reconstrucción Nacional, se reflejó en Azul con la toma de la Municipalidad por parte del Teniente Coronel Héctor Jorge Michero.

En un acto rígido, de rostros adustos, sin más saludos que los necesarios, Michero, perteneciente a la Guarnición Azul del Ejército, asumió las funciones de Comisionado Municipal de nuestro distrito, que le fueron conferidas en virtud de la operación militar que desalojó al gobierno justicialista.

El acto se cumplió en el despacho oficial del intendente, asistiendo sólo dos uniformados: Michero y su secretario, el suboficial Juan Carlos Catena. Junto al Dr. Peralta Reyes se hallaban, entre otros funcionarios que venían secundándolo en su gestión, los señores Guillermo López Maffoni y Juan Carlos Núñez, como así también el jefe de Despacho, Emilio Maletta.

El primer acto de gobierno del Comisionado Michero fue firmar el Decreto N° 1 a través del cual disolvió el Concejo Deliberante. Allí mismo, estaba presente Miguel Ángel Diab, convertido en ese instante en el ex Presidente del cuerpo deliberativo.

Tal fue el dolor del intendente Juan Carlos peralta Reyes al entregar el gobierno y ver destruida nuevamente a la democracia que, durante el acto de traspaso, sufrió una leve  descompensación. Pero nada hacía pensar el lacerante final…

  

El final…

  

El 26 de abril de 1976 la ciudad de Azul recibió con dolor la noticia del fallecimiento del Doctor Peralta Reyes. El ex intendente, cuando regresaba de Mar del Plata con su esposa, María L. Orsi, sufrió una descompensación cardíaca que puso fin a su vida.



Un poema a su memoria

 

El mismo día de su fallecimiento, la poetisa azuleña, Gladys Edich Barbosa Ehraije escribió:

 

Adiós, amigo;

entre la obscura fronda

descansará tu cuerpo trasnochado

y tus ojos,

transidos caminantes,

han de velar tus sueños desvelados…

Tu gente, la ciudad,

y el mismo Otoño

guardarán tu decir

y tu donaire

Y alguna vez,

tu risa contagiosa

ha de volver

prendida con el aire…

Adiós, amigo.

Los azules días,

se quiebran ya,

en remotas lontananzas

y absurdas mariposas amarillas

te mezclarán en sus rituales danzas…

Adiós, amigo.

Aunque la noche inquieta

te tape al fin,

con su piadoso manto

en el rumor,

de tu ciudad que vibra,

siempre

un amigo te estará nombrando…



Juan Carlos Peralta Reyes


2 comentarios:

  1. Gracias, querido Eduardo, por este emotivo recuerdo. Cuántas veces pasan inadvertidos, o no lo suficientemente mencionados, seres como el Dr. Peralta Reyes, hombre leal y de honor hasta las ultimas consecuencias. Es muy importante que la comunidad azuleña tenga presentes estos nombres que enaltecieron la política, dieron todo por la gente y jamás se enriquecieron a su costa. Fiel defensor de los principios más idealistas del peronismo, no pudo soportar la tragedia en la que de a poco se sumía el país. Muchas gracias, Eduardo. Excelente retrato.

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  2. Muy buena persona y excelente intendente merecería llevar el nombre del en alguna calle de la ciudad

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