domingo, 13 de marzo de 2022

Antecedentes de la pelota a paleta en Azul

 

Antecedentes de la pelota a paleta en Azul

 

 

Por Eduardo Agüero Mielhuerry

 

En su libro “Historia del antiguo pago del Azul”, el historiador Alberto Sarramone afirma: “Creemos que la pelota a paleta fue el primer deporte moderno que se practicó en Azul, traído por los muchos vascos de ambos lados del Pirineo que por aquí andaban en el siglo pasado, aunque con predominio de los vascos franceses (…). Andrés Otegui, que tuvo hornos de ladrillos por 1866, edificó una cancha de pelota muy importante, donde se realizaban cotidianos encuentros de este deporte (…) y además encuentros extraordinarios, donde se ponía mucha fuerza y también plata, porque las apuestas eran por importantes sumas de dinero entre los jugadores, sin contar las que se jugaba el público de afuera y no a partido entero, sino ‘por tanto’ para hacerlo más entretenido…

Otra cancha de pelota muy famosa y concurrida fue la de Pedro Iturralde, que había llegado a Azul por 1860, en calle Bolívar y Lavalle. Había otra cancha en la avenida Mitre entre Burgos y Uriburu, llamada ‘Laurak Bat’ (Cuatro en uno), en euskera…

En la esquina de Burgos y Entre Ríos, frente a la peluquería de Enrique Garabaglia, seguramente propiedad de Juan Uhalde, o en la cercanía, estaba la cancha de pelota a paleta de Cristo. (…)”.

            A colación de lo detallado por Sarramone, es importante agregar que la cancha ubicada entonces en la avenida Comercio (actual Av. Bartolomé Mitre) entre Cnel. Burgos y Buenos Aires (luego Gral. Uriburu, actual Intendente Prof. Rubén C. De Paula) supo ser también de Andrés Otegui y allí funcionó el Teatro Unión que desapareció tras un incendio en 1893. El historiador las menciona como si se tratase de dos lugares diferentes, es decir, la cancha edificada por Otegui y la cancha de la Avenida, lo cual es altamente probable pues éste último predio tuvo varios dueños. Por el otro lado, la colectividad de residentes españoles en Azul tuvo una presencia consolidada y organizada desde 1882 con la fundación de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, en la popular cancha de pelota a paleta de Otegui, ubicada entonces en la calle Colón N° 70 (antigua numeración).

 

Otra cancha histórica…

 

Otra cancha de pelota (y fonda) famosa era la de Miguel Olasagasti, ubicada a pocas cuadras de la Estación del Ferrocarril, en la avenida La Plata N° 70 (luego Av. Centenario, actual Av. César A. Cáneva). De origen español, casado con su coterránea Josefa Rezola, Miguel tuvo al menos tres hijos: Fructuoso, Rafael María y Sara Alejandra. Fructuoso Olasagasti había nacido en Azul el 28 de abril de 1890. Desde pequeño “mamó” en su hogar la pasión por el deporte vasco que su padre ágilmente practicaba, pero por sobre todo fue un meticuloso observador de los parroquianos que se acercaban a la fonda para luego terminar la jornada jugando y apostando. Entrado el siglo XX, Fructuoso se convirtió en un notable referente de la pelota a paleta de la ciudad y la zona. De hecho, en 1935, el Club de Remo salió campeón provincial, por primera vez, con la pareja de 1ª categoría formada por él, jugando como delantero, y Federico Berdiñas (h), de zaguero. Asimismo, fue un destacado dirigente del Club Alumni Azuleño.

Una crónica de la década del ’80, en el diario “El Tiempo”, destacaría a varias figuras en un simple pero contundente párrafo: “Azul por años fue epicentro del tradicional deporte posibilitando la aparición de figuras de la calidad de Fructuoso Olasagasti, los hermanos Berdiñas, posteriormente una gran figura ya desaparecida que se afincó en nuestra ciudad dejando tras su paso una muestra de calidad y garra deportiva como lo fue Alfredo Miguelez (…).”.

 

De los Vascos a Athletic

 

En su libro “Historia de la arquitectura de Azul”, el arquitecto Augusto Rocca narra: “En 1908 existía el Club Atlético Azuleño, que tenía su campo de deportes en la Plaza Gral. Rivas, que hoy forma parte del Parque Municipal. Esta institución tuvo una vida efímera y en 1910 había dejado de existir. En 1912 nacieron dos nuevos clubes de fútbol: el Azul Central y el Dublín. Desafortunadamente, éstos también se disolvieron rápidamente. Sin embargo, de entre sus integrantes surgieron los hombres que en 1913 fundarían los dos más grandes y tradicionales clubes de fútbol de nuestra ciudad: Alumni Azuleño y Athletic Club.

            La reunión preliminar para la fundación del Azul Athletic tuvo lugar el 23 de marzo de 1913 en el antiguo Bar Roma. Allí estuvieron presentes los hermanos Juan y Severo Caputi Ferreyra (hijos del constructor José Caputi), Julio Mugueta, Alejandro Elizagaray, Juan M. Zanatta y otros más. Cuatro días después, el 27 de marzo, se realizó una segunda reunión  en el casino de oficiales del Batallón II de Ingenieros, en la que se fundó el Azul Athletic Club. (…). En 1927, el club compró la sede de la mencionada asociación Zazpirak Bat, ubicada en Burgos 524, Allí existía desde 1910 una cancha de pelota a paleta llamada ‘Centenario’, que había sido adquirida por la institución vasca en 1911.

Cuando Athletic compró la propiedad, inmediatamente inició una completa remodelación del edificio (…). El proyecto fue concebido por el arquitecto Alberto Reyes Oribe (…). La cancha de paleta –que sólo fue reacondicionada- y los vestuarios quedaron terminados a los pocos meses; fueron habilitados el 8 de septiembre de 1928 y se inauguraron oficialmente el 20 de octubre. El resto de obra llevaría un poco más de un año para su terminación. El edificio, que fue inaugurado el 6 de julio de 1930, es una de las más espléndidas obras de arquitectura de la ciudad. (…).”.

 

 

EL DATO:

El presente es un adelanto del capítulo correspondiente al libro “Alfredo ‘Paisano’ Miguelez, pelotari”, que el autor presentará el próximo 26 de marzo en la sede del Athletic Club a las 19:30 Hs.

 


Sede social del Azul Athletic Club

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