El querido "Vasco" Iturria
Agustín Juan Iturria nació en Azul, el 19 de julio de 1914. Sus padres fueron Agustín Iturria y Josefa Sagardía. Fue bautizado el 17 de enero de 1920, día en el que también bautizaron a su hermana menor, Leonor Elsa.
Desde
los 9 años comenzó a jugar al futbol en las inferiores de Alumni Azuleño. El
“Vasco” Iturria formó parte del equipo de futbol de Alumni, que en 1932 se
consagró “Campeón del Centenario” (de la ciudad), al ganar el Campeonato
Mayor de la Liga Azuleña de Foot-Ball y la Copa Competencia.
El
6
de octubre de 1935 debutó en la división superior de Estudiantes
de La Plata, en un partido en el que su equipo venció a Tigre 5 a 1,
con 4 goles suyos. Jugó como centro delantero en medio de los reconocidos Manuel
“Nolo” Ferreira y Daniel Cornelio Sabio. Fue en su
momento el primer jugador de la historia del fútbol profesional que debutó en
Primera convirtiendo 4 goles: “Conquistar
cuatro goles en un partido y siendo debutante, no es cosa de lograrlo en todas
esas ocasiones. Una prueba de ello es que en la historia escrita debidamente
documentada es donde se hace presente que desde el nacimiento del
profesionalismo y hasta estos momentos, sólo en cinco oportunidades los
debutantes obtuvieron cuatro tantos, toda una proeza. Y el caso del ‘Vasco’
Iturria se distingue más por cuanto fue el único jugador de divisiones
inferiores que lo logró. En cuanto a los otros cuatro jugadores que hicieron
esa hazaña ya eran jugadores de primera división.”. Jugando
en 1938 para el Club Argentino de Quilmes logró el ascenso del equipo a primera
división.
En 1939 abandonó el fútbol
para dedicarse a culminar su carrera profesional. Dos años más tarde, en 1941, se graduó de médico en La Plata.
Temporalmente, ingresó a las filas del Ejército como oficial médico de reserva.
Luego se radicó en Azul,
dando sus primeros pasos en el Sanatorio Azul. Fue uno de los fundadores de la “Sociedad
Argentina de Pediatría”, filial Centro. Tuvo, además, una importante
participación en el “Circulo de Médicos” y en el “Colegio de Médicos de Azul”.
Más tarde trazaría una magnífica trayectoria,
por varias décadas, como pediatra en el “Dispensario
Infantil” y luego en el Hospital de Niños. Alguna vez, la querida Argentina
Diego expresó: “Creo un deber al hablar
del funcionamiento del Dispensario, mencionar al Dr. Agustín Iturria que con
toda inteligencia y solicitud suple al Dr. Zubiri en sus ausencias, haciéndolo
con tal cariño y saber que hablan elocuentemente de la vocación que vive en el
espíritu del joven galeno.”.
Contrajo
matrimonio con la platense Leonor Cano (nacida el 6 de junio de
1920; hija de Roberto Cano y Juana Fontan), con quien tuvo dos hijos: Susana
y Juan
Carlos.
Fue activo colaborador y
dirigente de Alumni Azuleño y socio vitalicio del Jockey Club de Azul. También
profesó su pasión por Estudiantes de La Plata, siendo partícipe y uno de los
mentores de la creación del Micro Estadio “Mariano Mangano” de
la filial Azul del Club, inaugurado el 11 de marzo de 1971, en la esquina sur
de España y Córdoba (actual Malére), en lo que hoy es el gimnasio del Colegio
Sagrada Familia.
El “Vasco” Iturria falleció
en Azul, el 17 de noviembre de 1991. Sucintamente, el diario “El Tiempo”,
en su edición del lunes 18, reseñó su vida:
“Ha
fallecido el doctor Agustín Juan Iturria.- Uno de los artífices del
Hospital de Niños de Azul, y con la convicción de lo que es la responsabilidad
y el deber en la noble profesión de la medicina, y más especialmente en la
atención de los niños, dejó de latir su corazón en la tarde de ayer.
El doctor Agustín Juan Iturria desde
1943 hasta estos días, a pesar de haberse acogido a los beneficios de la
jubilación hace pocos años fue el médico de niños de Azul. Y en esa especialidad
se brindó con ahínco, tratando de no ver a un niño llorar y que se crearan las
condiciones necesarias para la mejor atención de ellos y de sus padres.
Por eso era el médico que llegaba
antes de la hora en que empezaba a atender en el Hospital para que así las
madres pudieran regresar a sus hogares rápidamente. También era el médico que
cuando lo creía conveniente, sin que lo llamen concurría a los domicilios a
atender y controlar a niños enfermos, sin importarle el día ni el horario ni
tampoco la retribución económica que muchas veces se “olvidaba” de enviar la
factura.
En la medicina era un obsesivo del
sacrificio que depara esta profesión en la sociedad. Esta postura lo llevó
muchas veces a tener amarguras porque colegas -según su criterio- no actuaban
como debían.
En su juventud practicó futbol,
llegando a jugar en la primera división del Club Estudiantes de La Plata,
previo paso por Alumni Azuleño y luego en otros clubes, pero su amor
futbolístico era Estudiantes de La Plata, a quien seguía cuando podía en las
campañas a nivel nacional e internacional.
Su otra pasión era la pesca -‘por
prescripción médica’, expresaba él- y muchos lo recuerdan visitando todo el
país para buscar la mejor presa.
En la actividad política militó en el
Partido Conservador.
También era el médico amigo, consejero
y orientador. Y ese pensamiento lo transmitió a sus hijos, ambos profesionales
de la medicina.
Muy interesante la biografía de este gran hombre.
ResponderEliminarCreo recordar que el buen Vasco también (no se como llamarlo) estaba en el sanatorio Azul en la parte hemorragia. A mi me saco sangre cuando fui dador además de ser mi pediatra.
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