Carlos
Thays en el Azul
Por Eduardo Agüero
Mielhuerry
Carlos
Thays nació en París,
Francia, el 20 de agosto de 1849 con el nombre
de Jules Charles Thays.
Llegó
a Argentina en 1889, contratado por un año, recomendado por su maestro, el
renombrado arquitecto Édouard-François André, ante el
empresario inmobiliario Miguel Crisol, para el diseño y ejecución de la que fue
su primera obra en este país, el magnífico Parque Sarmiento de
la ciudad de Córdoba.
Al
terminar su misión planeaba regresar a su país natal, pero fue demorado en
Buenos Aires por el intendente Francisco Bollini, que estaba
decidido a nombrarlo director de Parques y Paseos. Como Thays era un hombre de
principios decidió aceptar el desafió solo si había un concurso previo, algo
que gracias a sus antecedentes ganó por unanimidad a pesar de existir otros
seis postulantes.
En
una kermés conoció a Cora Venturino de 16 años de edad,
a la sazón 25 años menor que él, proveniente de una familia uruguaya, con la
que se casó. La pareja tuvo dos hijos: Ernestina y Carlos
León.
Se
radicó en la ciudad de Buenos Aires tras su designación como Director
de Parques y Paseos a partir de 1891. En consecuencia, se
convirtió en el “jardinero mayor”. Esta posición le permitió influir en forma
importante en el diseño de los espacios verdes de la ciudad.
Entre
aquél año de su nombramiento y 1895, culminó veintidós paseos nuevos (hasta ese
momento existían 27). Entre los principales parques y plazas que creó, amplió o
remodeló como director deben citarse los parques Centenario, Patricios, Lezama, Los
Andes, Ameghino, Colón, Chacabuco, Pereyra, Avellaneda, Intendente Alvear,
Barracas de Belgrano y las plazas Constitución, Congreso y de Mayo.
Hacia
fines del siglo XIX la ciudad casi no tenía zonas arboladas ni paseos o plazas,
salvo el Parque 3 de Febrero recientemente creado por Domingo F.
Sarmiento. Thays creó el Jardín Botánico el 7 de septiembre
de 1898 en Buenos Aires, que fue una de sus principales obras donde se puede
apreciar la flora de las provincias argentinas y de varios países del mundo.
No
descuidó los paseos de los barrios alejados, destacándose en este sentido los trabajos
en las plazas Olivera, Matheu, San Antonio y de los parques Chacabuco, de los
Patricios y Los Andes.
Los
Bosques de Palermo o Parque 3 de Febrero fueron una de las más grandes obras de
remodelación encaradas por Thays, ya que cubren una importante extensión de
terreno con miles de árboles y flores, un espléndido Rosedal, así como varias
fuentes y monumentos.
En
1891 había solo 10.000 árboles de alineación que habían sido plantados por el
director de paseos del intendente Torcuato de Alvear, Eugene Courtois, pero esa
tendencia se revirtió gracias a la iniciativa de Thays de hacer plantar ese
año 21.250 ejemplares.
También
trabajó activamente en el proceso que culminó con la creación del Parque
Nacional Iguazú, en Misiones. Los fundamentos de la creación del parque
fueron la protección del magnífico marco paisajístico de las Cataratas del
Iguazú, junto a la exuberante selva, paranaense o subtropical que las rodea,
con sus especies animales y vegetales características.
A
través de los años Thays encaró varios proyectos cívicos en distintas ciudades
argentinas.
Azul y su Plaza Colón
En abril
de 1902 se autorizó a la Intendencia para gastar hasta $
4.000 m/n para realizar las reformas pertinentes de la Plaza Colón (actual
Plaza General San Martín), haciendo las conexiones del alumbrado a gas
acetileno. En el mismo sentido, se informaba que el alumbrado a gas se
extendería a todo el Palacio Municipal y a la Comisaría, que estaba por
detrás del primer edificio, con salida hacia la calle Belgrano.
La
Plaza y el Palacio Municipal fueron iluminados con lámparas de gas
acetileno por primera vez el 25 de mayo de 1902.
Ese
mismo año, el comisionado Municipal Dr. Ángel Pintos encomendó
un nuevo diseño para la Plaza y, una vez realizados y aprobados los
planos, se expusieron en el Palacio Municipal.
El paisajista francés Carlos Thays fue el encargado del
rediseño de la “Plaza Colón”. El día 18 de junio
de 1902, el periódico matutino “El Imparcial”,
informaba en una noticia escueta la novedad del nombramiento de Thays:
“Plaza
Colón- El director de paseos señor Thays ha expresado a la
Municipalidad que gustoso prestará su concurso para el arreglo de la plaza
Colón que en lugar de ser un monte como lo es, quedará convertida en un
bellísimo paseo.
El concurso valioso del Sr. Thays es agradecido por el pueblo.”
El Proyecto
El
paisajista Carlos Thays envió su proyecto para remodelar la plaza central de
Azul a fines del mes de junio. Inmediatamente recibió la aceptación de las
autoridades y de aquellos vecinos que se acercaron al Palacio Municipal para
contemplarlo. EL día martes 1 de julio de 1902, “El
Imparcial” daba una entusiasta noticia:
“La
Plaza Colón. El plano del Sr. Thays. Un
hermoso trabajo.- El distinguido
e inteligente director general de paseos públicos de Buenos Aires, señor Carlos
Thays, cuyo concurso solicitó el intendente municipal Dr. Pintos para realizar
el trazado y la exornación de nuestra plaza principal, ha remitido anteayer el
plano de la futura plaza, el que se encuentre en exhibición en el salón de la
intendencia.
El
proyecto es magnífico y ha merecido la más calurosa aprobación del intendente y
de cuantas personas han tenido ocasión de verlo.
Los
trabajos preliminares que requiere la realización del hermoso proyecto
empezarán en seguida.
Una
vez terminado el trazado de la nueva plaza sobre el terreno, y dibujados los
canteros, macizos y calles, el Sr. Thays vendrá a dar un vistazo a la obra, y a
indicar la distribución y ubicación de los arbustos y plantas forestales con
que se piensa exornar la plaza.
Según
opinión de personas entendidas en la materia, la plaza Colón, trazada y
adornada de acuerdo con el plano del señor Thays, será la primera en la
provincia, por su belleza y novedad.”
Avances y retrasos
Inicialmente,
las expectativas puestas en el trabajo de Thays fueron muy positivas. Las obras
se iniciaron inmediatamente aprobados los planos y los vecinos notaron con
satisfacción como el principal espacio público de la ciudad se transformaba.
El miércoles 16 de julio de 1902 -pasados los fervores
propios acarreados por la inauguración del “Polígono de Tiro” azuleño, el día
9, que contó con la presencia del ministro de Guerra de la Nación, Pablo
Riccheri-, el matutino “El Imparcial”, volvió a fijar
su atención en la Plaza y prácticamente fijó una fecha de
finalización de la obra y minimizó cualquier crítica posible sobre los costos
que acarrearía la remodelación:
“La plaza Colón.- Dentro de un mes, quedarán completamente terminados
los trabajos de delineación y ornamento de la plaza Colón.
El
jardinero enviado por el director de paseos públicos, señor Thays, ha empezado
con éxito sus tareas, y piensa dar cima a la obra en el término a que nos
referimos.
Los gastos que originará la realización
del proyecto del Sr. Thays, serán relativamente insignificantes.”
Cumplido el plazo “estipulado”, se publicaron las razones por las cuales la
obra se había visto temporalmente retrasada. Así, el matutino de los hermanos José María y
Eduardo Guillermo Darhanpé anunciaba el 3
de septiembre:
“La plaza Colón.- Nos han preguntado la causa por la cual no ha
empezado la colocación de la plantas en la plaza principal, estando la estación
tan avanzada.
Sabido
es que las reformas de la plaza Colón se vienen haciendo de acuerdo en un todo
con los planos e indicaciones del director de paseos señor Thays, y a
éste débese que se haya postergado hasta el 10 del corriente la plantación,
pues no ha creído prudente que se haga antes de esa fecha, en razón del peligro
que podría haber en el trasplante a causa de las últimas y terribles heladas.
La
plantación se ha demorado, pues, por razones de seguridad y de prudencia, y
esas razones, que vienen de un profesional tan inteligente y tan práctico como
el señor Thays, deben atenderse.
En
cuanto a la ornamentación de la fuente, que realiza el escultor Dusio, va muy
adelantada.”
Final de obra
Entre
Pintos y Thays mantuvieron una interesante correspondencia, en la que se
destaca la enviada por el paisajista:
“Del director de paseos al Intendente
Municipal.- El director de paseos públicos de Buenos
Aires, señor Thays, ha contestado en la siguiente expresiva forma a una nota
que le dirigió la intendencia municipal dándole cuenta de la terminación de los
trabajos de la plaza Colón y del brillante éxito de las reformas introducidas
en este hoy hermoso paseo.
Buenos Aires, diciembre 22 de
1902
Señor
intendente municipal del Azul doctor Ángel Pintos:
Muy
apreciable señor:
He tenido el honor de recibir su atenta nota relativa a las obras de la plaza
Colón, de cuyos términos le quedo muy agradecido.
Tengo así la gran satisfacción de haber
podido coadyuvar, aunque en muy pequeña proporción, a los planes progresistas
del señor intendente, a quien saludo con mi mayor consideración y respeto.
Carlos Thays”
A
fin de año la obra estuvo concluida; jardines cercados con arcos de hierro y
una gran variedad de plantas fueron la característica primordial del renovado
paseo.
Al
mismo tiempo, el artista italiano Carlos Dusio moldeó
en material las esculturas de unas mujeres desnudas, al estilo de náyades, con
cisnes completando la escena. Las mismas fueron emplazadas en torno a la ya
existente farola central de múltiples luces y con surtidores de agua, que en
definitiva fue lo único que “sobrevivió” del paseo anterior.
Todo este monumento alegórico fue realizado en forma provisoria,
pensando en reemplazarlo cuando fuera posible por la escultura de algún prócer
o alguna imagen alegórica…
Obras y más obras…
Además
de su incansable actividad en el sector público, como paisajista Thays
sobresalió en la tarea privada. Las élites argentinas apreciaron sus dotes
profesionales y lo contrataron. Esto le permitió realizar eximios trabajos
creando bellísimos parques particulares. En general presentaban un mismo patrón
de diseño: incorporaba el agua, ya sea en forma de lago, riacho, estanque o
fuente y luego agregaba esculturas, pérgolas, o abras para ver campos cercanos.
Alrededor de la casa principal el jardín era de estilo francés, rígido y
geométrico, mientras que para el resto del parque dejaba que la naturaleza se
adentrara con el entorno, buscando un diseño más libre y salvaje. Entre las
numerosas obras privadas en la provincia de Buenos Aires, se destacan las de
las estancias: San Ramón de Mercedes
Castellanos de Anchorena, en Azul; Villa María, de la familia azuleña de Celedonio Pereda,
en la localidad de Máximo Paz; La Candelaria, de los Piñero, en
Lobos; Un Durazno, de Carlos Díaz Vélez, en Rauch; San
Pablo, de los Egaña-Díaz Vélez, en Monte; Dos Talas, de la
familia de Pedro Luro, en Dolores; La Porteña, de los
Guerrico-Güiraldes, en San Antonio de Areco, La Rica, de los López,
en Chivilcoy y La Larga y La Argentina, ambas
del ex presidente Julio A. Roca, en Daireaux y San Andrés de Giles respectivamente.
A ellas se suman, además, las estancias: La Concepción, en Lobos; La
Cautiva, en Coronel Vidal; La Benquerencia, en San Miguel
del Monte; San Eliseo, en San Vicente; La Tradición,
en Moreno, El Mirador, en Cañuelas y el chalet con
parque para la familia Sansinena en General Daniel Cerri. También diseñó
los parques de los establecimientos: La Paz, también de Julio A.
Roca, en Ascochinga, y los jardines del Palacio Ferreyra (1913)
de la ciudad de Córdoba.
Para
promover la plantación de árboles tuvo la idea de instaurar, el 11
de septiembre y en conmemoración del fallecimiento de Domingo
Faustino Sarmiento, el día del árbol. Era la forma a través
de la cual se acercó a todos los vecinos y a los alumnos, en particular, que
concurrían a las plazas a plantar árboles.
Junto
al perito Francisco Pascasio Moreno y otras destacadas
figuras fundó, el 4 de julio de 1912, la Asociación de Boy Scouts
Argentinos.
Fue
un estudioso de la flora sudamericana y realizó numerosas excursiones
científicas que le sirvieron para conocer especies autóctonas argentinas y
aclimatarlas en el Jardín Botánico de Buenos Aires. Realizó una travesía por el
lago Nahuel Huapi y Chile, por Córdoba y San Luis, Entre Ríos y Corrientes,
Santa Fe, Chaco y Formosa, provincia de Buenos Aires y Misiones.
Carlos
Thays también fue escritor y periodista. Fue autor del
primer libro argentino sobre paisajismo, dedicado al Jardín Botánico de Buenos
Aires y editado en 1910 por la casa de Jacobo Peuser. En él relató la
historia del Jardín e hizo un aporte científico al enumerar las colecciones
botánicas que allí formó. En Francia fue redactor de la Revue
Horticole durante diez años. Este fue uno de los órganos
periodísticos más importantes sobre jardinería en la Europa de los
siglos XIX y XX. Escribió un texto denominado “Les fôrets naturelles
de la République Argentine”, escrito para el Congreso
Internacional de Bosques de París, en 1913, que describe los bosques y bellezas
de la Argentina, en especial de las Cataratas del Iguazú y del lago
Nahuel Huapi. Asimismo, fue autor de numerosos informes y memorias de trabajos.
Carlos Thays falleció en Buenos Aires, el 31 de enero de 1934.
Fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita.
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